Si ya acreditamos en su día en esta sección la falsedad de la leyenda urbana sobre el supuesto epitafio de Groucho Marx (aquello de “Perdone que no me levante”), hoy toca desmontar otro error muy extendido, en este caso sobre la tumba del “Duke”, John Wayne, el rostro más carismático del western clásico, cuyo nombre “civil” era Marion Robert Morrison.
Amante de las mujeres hispanas, Wayne contrajo matrimonio en tres ocasiones, todas ellas con mujeres sudamericanas: Josephine -Josie- Alicia Saenz, Esperanza Baur y Pilar Palette. Padre de siete hijos, los más conocidos son Patrick, también actor, y Aissa, que escribió un libro de memorias basado en sus recuerdos de su padre. Amante de México y de la cultura hispana e hispanoamericana en general, cuando ya se acercaba su final a causa de un cáncer irreversible, Wayne pidió a Pilar que añadiera a su sepultura, que debía ser anónima y dispuesta en un lugar apartado, las palabras “Feo, fuerte y formal”, en español. La creencia muy extendida de que esto fue llevado a cabo tal cual viene desmentido por la imposición de la familia de Wayne -o de sus familias- de enterrarlo en el cementerio de Pacific View Memorial Park, en Newport Beach, California, el lugar de su última residencia. Tras veinte años sin ningún añadido, se colocó una placa alusiva a sus películas en la que se lee lo siguiente:
Tomorrow is the most important thing in life. Comes into us at midnight very clean. It’s perfect when it arrives and it puts itself in our hands. It hopes we’ve learned something from yesterday.
(El mañana es lo más importante de la vida. Penetra en nosotros como una noche de luna clara y limpia. Es sensacional cuando llega y se pone en nuestras manos. Espera que hayamos aprendido algo del ayer.)