Revista Opinión

La última sorpresa del arte paleolítico: ¿artistas neandertales?

Publicado el 01 julio 2012 por Robertoc

Hace un par de semanas el arte paleolítico cantábrico ocupó, por méritos propios, la portada de la revista Science. El motivo: unas fechas obtenidas mediante el método de uranio-torio indicaba que las pinturas podían ser más antiguas de lo que se pensaba, llegando a fechas auriñacienses y coincidiendo las pinturas más antiguas con la época en que el sapiens sustituyó al neandertal, especie cuya autoría no se descarta para las pinturas más antiguas.

La última sorpresa del arte paleolítico: ¿artistas neandertales?

A W G Pike et al. Science 2012;336:1409-1413

El artículo expone un anticipo del trabajo  que están llevando a cabo investigadores de distintos centros (Universidad de Bristol, de Cantabria, Museo Altamira…). En concreto, se han datado 50 muestras de calcita procedentes de 11 cuevas de Asturias y Cantabria. La peculiaridad de este método de datación es que no se data la pintura en si (como se ha hecho otras veces con c-14), sino que se datan costras estalagmíticas infrapuestas o superpuestas a la pintura. Por lo tanto, el resultado no es la fecha de la pintura, sino una fecha “ante quem” o “post quem”. En el mejor de los casos, cuando se ha podido datar costra infrapuesta y superpuesta a la pintura, lo que se obtiene es un intervalo de fechas. En este último caso hay que destacar que cuando se han datado costras infrapuestas y superpuestas, los resultados siempre han sido coherentes (es decir, la costra infrapuesta ha dado fechas más antiguas que la superpuesta).

Aunque, como decía, la investigación abarca 11 cuevas, en el artículo se habla fundamentalmente de los resultados de tres de ellas: Altamira, Castillo y Tito  Bustillo. En Altamira, donde todo el arte se atribuía tradicionalmente al solutrense y magdaleniense (coincidiendo también con la cronología de sus depósitos),  se han obtenido fechas más antiguas en un caballo  (22000) y en un claviforme (35000), ambos del del techo de los polícromos. Sobre esta última fecha los autores del artículo hacen notar un par de cosas: que en algunas partes del techo hay pequeños claviformes similares al datado superpuestos a los polícromos (a buen entendedor…) y que esa fecha confirma la teoría de Breuil, que situaba estas figuras en el solutrense o antes.

De la cueva de El Castillo se publican 4 fechas: 22.600 para un cuadrúpedo realizado en pintura lineal negra de contorno, 34.100 para un disco rojo, 24.200 y 37.300 para sendas manos y 40.800 para un disco rojo realizado con las misma técnica que las manos (soplado). El dato más sorprendente es el del disco, que se convierte en la pintura rupestre con datación absoluta más antigua de Europa y lo sitúa en época en la que neandertal campeaba por esas tierras. De las dos manos, la fecha más reciente entra dentro de lo esperable para ese tipo de imágenes, pero la de 37.300 es más antigua de lo que cabría esperar a partir del conocimiento que se tenía hasta ahora de la cronología del arte rupestre.

Por último, en Tito Bustillo se han datado costras infrapuestas y superpuestas a un antropomorfo, utilizando dos métodos distintos. Estas cuatro fechas dan un intervalo situado entre 29.600/25.200 para la costra superpuesta (las pinturas son anteriores a esta fecha, por lo tanto) y 35.500/37.000 para la infrapuesta (las pinturas son posteriores a esta fecha). Es de destacar que las fechas obtenidas para ambas muestras (infrapuesta y superpuesta) son coherentes.

¿Qué va a pasar ahora? Pues pasará como cuando se dató Chauvet: se inicia probablemente una época de intenso debate en los congresos y revistas científicas en torno a la cronología del arte paleolítico. Jean Clottes, el responsable de los trabajos de Chauvet y gran experto en la materia ya ha puesto en duda estos resultados. Y probablemente no habrá que esperar mucho tiempo para que se inicie ese debate. La semana que viene comienza en Santander un curso sobre Altamira dirigido por uno de los autores del artículo (César González Sainz), donde participarán varios de los autores (Rodrigo de Balbin, Ramón Montes, José Antonio Lasheras), además del propio Jean Clottes. No me lo puedo perder.

A mi también me surgen algunas dudas y propuestas. Por ejemplo, en Altamira no se conocen, creo, depósitos anteriores al solutrense. Eso no quiere decir que sea imposible que haya pinturas anteriores, pero merece la pena reflexionar sobre ello. Me entran dudas también sobre las diferencias de 4000 años que dan los dos métodos usados en Tito Bustillo. Y echo en falta dos cosas: dataciones de pinturas tradicionalmente consideradas magdalenienses, para contrastar con estos resultados, y dataciones de costras asociadas a grabados exteriores, considerados de lo más antiguo del arte paleolítico. Seguro que estas y muchas más cosas se van aclarando las próximas semanas en Santander.

Acabo con un pequeño ataque de vanidad, mostrando parte de las referencias bibliográficas del artículo

:-)

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