La Universidad de Granma expulsó al estudiante de quinto año de la Facultad de Derecho José Alberto Meniet Hernández por el contenido de los correos electrónicos que envió a un amigo residente en Suecia, denunció la opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), que consideró el caso una prueba de que el régimen viola la correspondencia privada en el entorno universitario.
La organización publicó en su sitio en internet una resolución del ministro de Educación Superior, Rodolfo Alarcón Ortiz, que ratifica la “suspensión del estudiante”.
Según el documento, la Oficina de Seguridad de Redes Informáticas (OSRI) detectó en un análisis del servidor de navegación y correo de la universidad, el 27 de septiembre de 2013, “un flujo informativo” proveniente de la cuenta de un profesor, que fue utilizada por el estudiante de manera autorizada.
“Mediante el filtraje de palabras claves se pudo apreciar que la mensajería cursada por esta cuenta versaba sobre actos, conductas y posiciones ideológicas contrarias a los valores de un estudiante universitario y de un joven cubano formado por el sistema nacional de educación”, dijo el ministro en su resolución, fechada el 11 de febrero pasado.
“Se determinó en los correos el empleo de frases agresivas a la institución, al sistema socio-económico instaurado en la sociedad; así como transgresiones a las normas de convivencia social”, añadió.
En una declaración escrita publicada por la UNPACU, José Alberto Meniet Hernández, de 24 años de edad, dijo que en sus correos relataba a su amigo “cotidianidades e ideas del tipo que laceran los adulados oídos de los ‘grandes señores’ de nuestro país, por ejemplo el insondable precarismo (sic.) en el que vive gran parte de los habitantes (…) la escasísima calidad de la educación en Cuba” y, particularmente, de la carrera de Derecho de la Universidad de Granma.
Miniet Hernández añadió que, sin embargo, fue una broma a su amigo la que llevó finalmente a su expulsión.
Según el joven, en el correo narraba un filme noruego sobre la expedición de la Kon Tiki, en la cual un grupo de exploradores cruzó el Pacífico en balsas artesanales en 1947, desde Perú a la Polinesia, para demostrar una teoría.
“Como buen cubano, es decir, bromista con sus circunstancias, le referí al amigo que si ellos navegaron por más de 5.000 kilómetros en esos artefactos, 90 millas no serían muy complejas y que, por favor, me hiciera llegar el repelente de tiburones para emprender la tarea”, dijo Miniet Hernández.
“El chiste, de acuerdo a la interpretación que hizo la Seguridad del Estado, fue tomado como un posible intento de salida ilegal del país”, añadió en su texto.
Pero “la decisión de expulsarme la tenían tomada (…) desde antes. Creo que los correos fueron la justificación (…) que utilizaron para poder separarme de la Universidad”, opinó el exestudiante en un video difundido por la UNPACU.
“A las carreras de Derecho y de Periodismo en Cuba el Comité Central del Partido les hace un seguimiento muy especial (…) y, en mi caso, creo que me consideraban un agente peligroso porque en el aula, en la Universidad, en cuanto espacio pude, no me cansé de criticar y hacer observaciones sobre los disparates y barbaries que cometen a nivel educacional, político, económico”, afirmó.
En su declaración escrita, Miniet Hernández dijo que la carrera de Licenciatura en Derecho “ha sido objeto, posiblemente como ninguna otra, de la más severa politización, al punto de quedar convertida en un bodrio ideológicamente partidista, amputada en las más de sus esencias (…) Súmese a esto, al menos en la Universidad de Granma, la pésima preparación de buena parte de los docentes”, comentó.
El régimen excluye a los opositores de la Educación Superior bajo la premisa de que “la universidad es para los revolucionarios”.
Las expulsiones de estudiantes por motivos políticos se han incrementado en los últimos años.
Tomado de: DiarioDeCuba