La vendimia según los diccionarios es la acción de recolectar la uva, pero no es solo eso, es el inicio de unos de los procesos mas mágicos que existe, transformar este producto en ese vino que meses o años mas tarde saborear. Estamos ya casi terminando con el proceso de vendimia, es mas ya con un otoño tan temprano y unos precios tan bajos han acelerado un poco mas el proceso. Aunque aun queda algo por vendimiar, ya la mayor parte de la vendimia ha dado su fin, lavando esportón, navaja y telón.
En estos últimos años el proceso se ha mecanizado con las famosas cosechadora de uvas debido a la expansión en las plantaciones de vid en espaldera. Debido a la comodidad y un reducido precio en la recolección algunos han optado por este sistema en el que la cosechadora recolecta la uva. Pero aunque tiene muchos beneficios este sistema los buenos caldos se consiguen de la forma tradicional, cortando la uva a navaja y esportones. Quizás es uno de los trabajos agrícolas mas duros, pero da sus frutos ya que la uva llega casi intacta a las bodegas para ser procesada.
La uva se divide en dos grupos la tinta y la blanca, pero dentro de cada una encontramos muchas variedades de las cuales obtendremos vinos distintos en sabor, textura, olor y calidad. Cada variedad tiene su fecha de vendimia, unas mas temprano que otras, esto principalmente depende de los grados que de nuestra uva, ya que de esos dependerá la calidad de nuestro vino.
Principalmente suelen vendimiarse la uva tinta antes que la blanca, aunque como he dicho anteriormente depende de cada variedad. La vendimia suele llevarse a cabo en la mañana principalmente en el caso de ser a mano y en la noche en el caso de cosechadoras.