Mirada Ciudadana
Por Pablo Perea Bohorquez
En gran medida, los medios de comunicación son herramientas que permiten informar a las personas sobre los diferentes acontecimientos que están tienen lugar en el país y en el mundo.
En estos tiempos inciertos, como los denominaría Boaventura de Sousa Santos, hay una pugna por lograr imponer una visión sobre otra. En gran medida, los medios de comunicación son herramientas que permiten informar a las personas sobre los diferentes acontecimientos que están tienen lugar en el país y en el mundo. Entre las noticias que vemos existe una inmensa variedad de información: se habla de corrupción, entretenimiento, democracia, izquierda, derecha, entre muchos otros temas. Ahora, si bien es cierto que los medios de comunicación informan a las personas, habría que cuestionar entonces: ¿qué información están suministrando?, ¿con qué objetivo? Y, sin ser menos importante, ¿de cuál medio proviene la información que leemos?
Agencia Efe
" data-orig-size="1200,599" sizes="(max-width: 723px) 100vw, 723px" aperture="aperture" />El mensaje que le es transmitido a las personas será importante para que éstas sean quienes formen su opinión sobre lo que está sucediendo. Sin embargo, cabe preguntarse hasta qué punto lo que leemos busca, en mayor medida, sesgar la interpretación que el lector haga, en lugar de informarlo –lo cual debería ser el verdadero propósito del ejercicio periodístico. Inevitablemente, todas las noticias están sesgadas por los valores y creencias de quien las redacta. Sin embargo, la cuestión es: ¿nos están informando o nos están, indirectamente, influenciando a tomar partido por la visión que los medios de comunicación tienen sobre los hechos?
A nuestros celulares y casas llegan noticias relacionadas con debates políticos, ideológicos, morales y mucho más. El otro día salió una noticia de El Tiempo en la que mostraban fotos de los ‘herederos’ de la fortuna que el chavismo dejó. El contraste era alarmante: mientras estas personas se regocijaban en la playa tomando cócteles, la situación del pueblo venezolano no podría ser más preocupante. En el momento en que leí el artículo, surgió la duda: ¿cuál es la relevancia de mostrar esto aquí? Pensemos por un momento: en Colombia, el discurso del ‘castrochavismo’ ha sido promovido por distintos políticos, hasta el punto que, como mostró Semana, hay algunas personas que creen que en unos años la situación de Colombia se convertiría en una muy similar a la de Venezuela en este momento. La noticia que sacó El Tiempo evidencia los actos corruptos cometidos por Chávez durante su mandato, pero no refleja absolutamente nada con respecto a la situación de los ciudadanos; no cuenta qué es lo último que dijo el actual presidente por televisión; no tiene ningún interés en informar lo que es verdaderamente necesario conocer acerca de la situación. Si bien es cierto que como país vecino es menester estar enterados de la situación de Venezuela, el trasfondo, de esta noticia en específico en Colombia, es que la gente crea que esta misma situación se replicará aquí en unos años, precisamente, porque ya se ha instaurado en el vox populi la idea de que esto puede suceder.
El propósito de esto que estoy escribiendo no es hacer que el lector empiece a simpatizar con la ideología de izquierda ni mucho menos, eso es decisión de cada quien. Con esto quiero invitarlo a que, a pesar de que los medios de comunicación han fomentado la famosa ‘posverdad’, que no es más que una manera irresponsable de populismo, mantenga siempre una postura crítica frente a lo que lee, incluso este artículo.
Conectemos cables
Es verdad que Hugo Chávez siempre fue categorizado como una persona de izquierda, lo que no es verdad es que todas las personas que se identifican con una ideología política de izquierda vayan a resultar tomando el mismo tipo de decisiones que él; así como no todas las personas que se identifican con una ideología de derecha vayan a terminar haciendo lo mismo que Trump. Reducir la derecha a Hitler, Pinochet y Uribe, es tan ridículo como reducir la izquierda a Stalin, Fidel y Chávez. Sin embargo, lo que se ha logrado es la demonización de los últimos dos personajes y que, algunos medios, con algunas noticias que publican, promueven este mismo discurso populista.
Fuente Internet
Actos reprochables se han cometido por parte de políticos de izquierda, derecha, centro, centro derecha, y todas las posibles corrientes que se puedan imaginar. Pero, el que exista la corrupción no tiene absolutamente nada que ver con la posición política que asume la persona; es el resultado de que una sociedad sea altamente desigual.
Hace un tiempo, La Pulla sacó un video explicando no solo la situación actual de Venezuela, sino la situación de ese país previo a la llegada de Hugo Chávez al poder. Para los que no lo han visto, el video muestra cómo Venezuela ya tenía problemas de desigualdad antes de la posesión de este personaje. Y aunque con su llegada algunas cosas se solucionaron, muchas otras empeoraron. Adicionalmente, es importante esclarecer que la existencia de la corrupción no es falta de educación: la mayoría de dirigentes en Colombia han sido educados, incluso en el exterior. Aquí, desde hace muchos años, la desigualdad es una de las más altas en el mundo: según El Espectador, el 20% del ingreso del país está en manos del 1% de la población. Ahora, alguna vez, mi maestro dijo: “La corrupción es la privatización del orden público”, fenómeno que puede presentarse independientemente del bando en el que se sitúe la persona. Y, como muchos sabrán, el caso de Odebrecht (uno entre muchos), es muestra de cómo jugadas sucias, en las que se ven involucrados funcionarios públicos, políticos y empresas privadas, pueden llegar a influenciar en las campañas presidenciales de ciertos candidatos. En pocas palabras, Odebrecht es el ejemplo de cómo la influencia de los privados, en un país altamente desigual, puede resultar atentando contra el ejercicio de la democracia. Si todavía no me creen en cuanto a que hechos de esta índole se cometen independientemente de la ideología política, pregúntese cuántos de los beneficiados del caso Odebrecht son de izquierda.
Fuente Internet
El propósito de esto que estoy escribiendo no es hacer que el lector empiece a simpatizar con la ideología de izquierda ni mucho menos, eso es decisión de cada quien. Con esto quiero invitarlo a que, a pesar de que los medios de comunicación han fomentado la famosa ‘posverdad’, que no es más que una manera irresponsable de populismo, mantenga siempre una postura crítica frente a lo que lee, incluso este artículo. Piense por un momento: si tan solo de una noticia logré producir este texto, cuántas no se prestan para lo mismo. Esta es una invitación a que, a pesar de que el objetivo de muchos políticos de este país sea infundir terror creando un monstruo que, en mi opinión, está lejos de manifestarse en Colombia, seamos más críticos con respecto a lo que leemos diariamente. Quien sabe, de pronto eso es lo que hace falta: volvernos bien escépticos, a ver si los políticos y los medios de comunicación se esfuerzan por recobrar la confianza de los ciudadanos y ciudadanas, a fin de cuentas, tienen trabajo gracias a nosotros y nosotras.
Fuentes de noticias:
http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/herederos-del-chavismo-muestran-sus-lujos-por-redes-sociales-96188
http://www.semana.com/nacion/articulo/colombianos-creen-que-el-pais-se-puede-convertir-en-venezuela/528035
https://www.youtube.com/watch?v=deaC-dIDQQY
COPYRIGHT © 2017 Revista Pazcana Diseño e implementación del sitio web por Carolina Guzmán Sánchez.
Todos los derechos de publicación reservados para las comunidades abiertas del mundo "Mujer, haz una pausa en tu camino y ¡déjate pensar!" Twitter: @Mujer_Pazcana Facebook: Revista Pazcana Contacto: [email protected] #RevistaPazcana #FemeninoMasculino #GeneroHumano #MujerValiente #MujerSabiduría #HombreValiente #HombreSabiduría
Tagged: pablo perea bohorquez, venezuela con hambre, venezuela exiliada