Título: La venganza esquiva.Autor: Adrián Martín Ceregido.Editorial: Émepe, 2015Páginas: 498.
Resumen oficial.
Corre el año 1870 y un futuro escritor, desconocido aún, llamado Robert Louis Stevenson, pasea por las calles de una localidad costera escocesa. De improviso, tiene un encuentro con una anciana que adivina detalles sobre su porvenir.
Años después, un despiadado asesino riega de sangre las calles londinenses.
El destino entrecruza las vidas de ambos personajes. Y los acontecimientos se precipitan hasta las islas del Pacífico Sur.
La historia de una familia a lo largo de treinta años y de medio mundo. Libertad, amor, odio, venganza y lealtad transportan al lector por el París, Londres, Nueva York o Honolulu de la segunda mitad del siglo XIX. Una novela intrigante que nos abre la puerta a uno de los hechos más inquietantes y enigmáticos de una época.
Magnífica conjunción entre realidad, literatura y suspense que atrapa al lector hasta la última línea.
Impresión personal.
Me ha encantado este libro. Ya os lo digo de entrada. Y lo ha hecho por varios motivos. Primero, por el atrevimiento del autor en su primer libro mezclando géneros, personajes reales con ficticios y forzando historia y ficción de manera magistral. Segundo, porque por lo anterior, La venganza esquiva me ha parecido un libro de los más completos que he leído en 2015. Una mezcla de saga familiar, de libro de intriga y misterio, de novela histórica y de thriller además de un alto componente metaliterario, todo ello formando un cóctel muy bien hilvanado, bien escrito y con altas dosis de imaginación.
Aunque al principio del libro cuesta percatarse del núcleo central de la novela por lo complejo de los distintos hilos argumentales, la historia principal se basa en la vida novelada de Robert L. Stevenson desde antes de que fuera escritor. En la primera parte del libro, el autor nos presenta diferentes escenarios y personajes que pueden parecer inconexos unos con otros pero que te invitan a preguntarte que tiene que ver un Robert L. Stevenson que estudia ingeniería, con un médico asesino que acaba llamándose Jack El Destripador en Londres y una joven americana llamada Fanny que, casada con Sam, se convierte en una pionera en el oeste americano. Cómo veis, parecen tres historias que difícilmente pudieran confluir pero lo hacen y de manera muy original y totalmente coherente. Una mezcla de ficción y realidad muy bien hilvanada, que hace que el puzle de toda la historia de los personajes encaje perfectamente a pesar de que a lo largo de esa historia nos llevan por Londres, París, Nueva York o Hawai. Es muy original la forma en que el autor relaciona a Stevenson con la figura de Jack El destripador y cómo de esta relación superficial surgen la idea y la realidad del Extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde. Esta relación basada en un único encuentro fortuito constituye uno de los hechos más importantes en la historia de ficción que compone Adrián Martín y que enlaza con la realidad de la vida de Stevenson en sus múltiples viajes.
Robert L. Stevenson, Lloyd Osbourne y el rey Kalakaua
Otro punto fuerte, sin duda, son los personajes. Todos están perfectamente perfilados con independencia de que congenies más con unos que con otros. Desde luego destacan tres de ellos de todo el conjunto que aparece. En primer lugar, destacaría a Fanny Osbourne la que fue mujer de Stevenson después de muchas vicisitudes hasta que consiguió el divorcio de su primer marido Sam, un joven pionero que acaba perdiendo el norte y convirtiéndose en un mujeriego, mal marido y mal padre. Fanny es una mujer emprendedora, fuerte y leal que acaba luchando con tesón y toda su fuerza por aquello y aquellos que realmente le importan. Será el sostén principal de un escritor enfermizo, quejumbroso y con eternas dudas sobre su valía como fue Stevenson. Realmente, el escritor me ha sorprendido en varios aspectos ya que no conocía prácticamente nada de él más allá de sus obras más famosas como La isla del Tesoro o la ya mencionada del Dr. Jekill y Mr. Hyde. Desconocía esa vida de constante enfermedad y cura, esa cantidad de viajes y libros sobre los mismos y sus antecedentes familiares como constructores de faros, antecedentes con los que él rompió. Me ha gustado especialmente, esa relación creada por el autor entre Robert L. Stevenson y Arthur Conan Doyle y el nacimiento de su Holmes y Dr. Watson. El tercer personaje que destaca en la obra es el que se atribuye a Jack el Destripador/Hyde, un personaje que juega un papel relevante en toda la novela y cuya búsqueda de venganza da nombre a la propia novela. El personaje está encarnado por un médico londinense que vive con la lucha interna entre la bondad y la maldad que habita en su interior y que poco a poco acaba dominando su vida en su parte más oscura.Finalmente, hay que hacer mención especial a la ambientación reflejada por el autor, una ambientación y unos escenarios donde puedes recrearte con facilidad si caer en el aburrimiento. Cada lugar forma parte de la acción que se va desarrollando sin que la manera de introducirlo por parte del autor se haga pesada. Ese Londres de la época, lleno de nieblas nocturnas, luces excesivamente tenues y viandantes camuflados por capas y sombreros donde el asesinato en serie era sumamente sencillo. Ese Paris vitalista lleno de artistas y arte por cualquier lado al que se mire. Esos Estados Unidos incipientes donde los primeros pioneros soñaban con hacerse ricos en dos días encontrando la mayor veta de oro nunca vista y esas mujeres abnegadas que aguantaban esos sueños masculinos viviendo y pariendo en condiciones infrahumanas. Y Hawai y esos viajes realizados por toda una serie de islas que sirvieron para inspirar posteriormente al escritor en sus libros de aventuras. Sinceramente, la ambientación está perfectamente incrustada en la historia que se va contando en cada momento y se adapta de modo ejemplar a la tensión, la intriga, la tristeza o la alegría que se vive en cada capítulo.
En conclusión, podéis imaginar que os recomiendo esta novela. Yo la he disfrutado doblemente porque a la vez que la estaba leyendo, también leía El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde en la Lectura Conjunta convocado por Somos Alianza. Esa comunión de lecturas me ha resultado muy gratificante a pesar de la ficción en que se basa este libro pero Adrián escribe muy bien y arriesga lo suyo en el argumento, con mucho éxito bajo mi punto de vista.