Es bien sabido, aunque algo tabú, que algunas mujeres en el momento del orgasmo expulsan una suerte de líquido a través de la uretra, fenómeno que se conoce como eyaculación femenina. En sentido estricto, la eyaculación femenina consiste en la liberación de una pequeña cantidad de un fluido más o menos blanquecino durante el orgasmo. Cuando se da una liberación más importante de fluido, el término utilizado en inglés es “squirting”, algo así como “chorreo”, término que suena un poco más grosero que el anglosajón, todo sea dicho.
Pues a alguien se le ha ocurrido investigar un poco más sobre el tema. A siete mujeres que producían un eyaculado de los del tipo abundante (al parecer, más o menos como un vaso de agua) se les recogió orina y se confirmó por ecografía que su vejiga urinaria estaba vacía. Posteriormente, se las dejó que llegaran al punto anterior del orgasmo (por sus propios medios o con una pareja), haciéndose en este momento una nueva ecografía. Durante el orgasmo posterior, se recogió el fluido expulsado y se hizo una ecografía más.
Y ahora viene lo interesante: ¿recuerdan que las mujeres habían orinado antes del orgasmo y que sus vejigas estaban totalmente vacías? Pues a pesar de ello, las ecografías mostraron que, ahora, sus vejigas se habían llenado.
La procedencia del estos fluidos deriva por una parte de la vejiga y por otra de las llamadas glándulas de Skene, una especie de homólogo a las glándulas prostáticas del varón, que vierten su contenido a la uretra y que, según otros autores, pueden hacer llegar su secreción incluso hasta la vejiga. De hecho, los fluidos procedentes de estas últimas poseen el denominado PSA o antígeno prostático específico, con una función específica en el semen del hombre.
Glándulas de Skene
Así, en las conclusiones del trabajo se dice: “Los presentes datos basados en en estudio ultrasonográfico y el análisis bioquímico indican que la eyaculación femenina (“squirtintg”) es, esencialmente, la emisión involuntaria de orina durante la actividad sexual, aunque pueda existir una contribución marginal de la secreción prostática a los fluidos emitidos“.
Algunas de las cuestiones que quedan abiertas en son:
- La causa de las variaciones en tamaño y forma de las glándulas de Skene.
- Por qué algunas mujeres no producen el PSA.
- Qué manera de trabajar tiene el riñón para producir tal cantidad de orina en tan poco tiempo.
En cuanto a la ventaja adaptativa de este fenómeno, como apunta el título de esta historia, es desconocida, lo siento.
Un último asunto: por qué unas mujeres experimentan este tipo de eyaculación y otras no. Una posible respuesta la aporta uno de los autores del paper original, Samuel Salama, que afirma que todas las mujeres deberían ser capaces de eyacular “si sus parejas saben lo que están haciendo“.
Como curiosidad, el Obscene Publications Act británico prohíbe en las películas porno los actos relacionados con la expulsión de orina. En fin, si se trata de la expulsión exclusiva del fluido blanquecino, sin la orina que la podría acompañar, ya no sería de una obscenidad.
Más información:
- Nature and Origin of “Squirting” in Female Sexuality.
- The female prostate revisited: perineal ultrasound and biochemical studies of female ejaculate.