Según mi modesta opinión La verdad es un film que llega demasiado pronto a la cartelera española. Un error que le puede costar muy caro en forma de nominaciones a los Globos de oro y Oscars de la Academia de Hollywood pues para mí podría ser una firme candidata a varias estatuillas entre las que destacaría mejor director, mejor película, mejor guion adaptado y mejor actriz principal con una impresionante Cate Blanchett que no puede interpretar mejor a la periodista Mary Mapes, una fuerte mujer con un pasado aterrador marcado por los malos tratos que recibió por parte de su padre.
Un novato James Vanderbilt, más conocido como guionista en Estados Unidos, nos sorprende con una adaptación de un libro que destapó las vergüenzas del caso Memogate, un escándalo que tuvo lugar en el año 2004 y que dejó a la cadena CBS muy mal parada.
Era año de elecciones en el país americano con dos candidatos al despacho de la Casablanca. El candidato republicano George W. Bush y el demócrata John Kerry se enfrentaron en las urnas pero también contra la prensa que no dejaba de investigar sobre ellos intentando sacar a la luz todos los trapos sucios o aquellos secretos que pudieran comprometerlos de cara a la opinión pública con clara pérdida de votantes.
Escarbando en su pasado, un equipo de investigación, presentados como superhéroes del periodismo y liderados por la propia Mary Mapes parecen haber hallado un jugoso secreto, aun no destapado que tiene al señor George Bush como protagonista y la ausencia en el servicio militar, más concretamente como piloto en la guardia nacional de Texas, como efecto más destacado. Algo que puede costarle muy caro, algo que debe silenciarse y nunca conocerse. Pero no será nada fácil encontrar pruebas que lo demuestren pues nadie se brinda a colaborar ni a decir todo lo que sabe. Únicamente un valiente con unos documentos aparecidos de la nada se atreverá a enfrentarse al poder de un presidente e introducirá a la aguerrida periodista en una espiral de acontecimientos que pondrán en peligro su trabajo, su familia y harán tambalearse los valores que ella ha aprendido en su vida tanto personal como profesional.
La verdad es un claro alegato al buen periodismo que pretende mostrarnos cuales son las cualidades que mejor definen al modelo más deseable. Rectitud, trabajo duro, objetividad y lucha en la búsqueda de una verdad que a veces puede dinamitar algunos de los pilares que algunos políticos han levantado y esgrimen como arma de persuasión para convencer a sus electores.
La verdad es un ataque a la política dentro de las televisiones y de los intereses que tienen dentro de ellas con unos tentáculos que lo abarcan todo asfixiando y persiguiendo a todos aquellos que se atreven a enfrentarse con ella con el único escudo de la verdad. Una clara referencia a lo que en la actualidad ocurre en las cadenas con una información partidista muchas veces sesgada que intenta favorecer al que más paga o al que las financia con auténticas cazas de brujas internas.
Si algo caracteriza a este film es el poder que tiene de sobrecoger y emocionar a todo aquel que lo ve pues no solo hace humanos a los profesionales del periodismo sino que muestra todas sus debilidades en una casi perfecta investigación con unas fisuras forzadas por la circunstancia del poco tiempo que disponen para concluirla. Una apuesta segura a caballo ganador que prueba que aun hoy en día hay personas que no venden sus ideales y que son fieles a sus principios pese a quien le pese aunque sea este el presidente más poderoso del planeta. Una película recomendable al cien por cien y que conste en acta que con esto estoy diciendo ¡toda la verdad y nada más que la verdad!