La primera intervención quirúrgica disponible en el mundo de la cirugía estética fue la de los implantes mamarios. El uso de prótesis de silicona para aumentar el volumen de los senos está cada vez más extendido, aunque no por ello dejan de surgir mitos y falsas verdades sobre las características y los riesgos reales de esta cirugía estética. Antes de decidirse por una operación de este tipo es necesario conocer datos reales sobre los riesgos implícitos. Las mujeres que estén seguras de realizar esta intervención, por lo demás, deberán seleccionar un médico y cirujano de confianza.
Una de las grandes dudas respecto a los implantes mamarios expresadas por mujeres de todo el mundo es la relación que existe entre las prótesis de silicona y el aumento de riesgo de sufrir algún tipo de cáncer de mama. Lo cierto es que está demostrado que los tejidos de los senos y las glándulas mamarias no se ven afectadas en su constitución interna cuando se instrumentalizan los implantes mamarios.
Las mujeres que se someten a una cirugía estética de implantes mamarios, además, pueden amamantar con total normalidad y llevar una vida común y corriente. Otra de las dudas que surgen con bastante frecuencia respecto a los implantes mamarios es la del riesgo de infección que existe en este tipo de intervenciones. Los riesgos de infección están presentes en cualquier tipo de operación (y lo mismo ocurre con una cirugía estética). Todas las mujeres que deseen llevar adelante una intervención quirúrgica de este tipo, por ello, deben someterse a los controles recomendados en las etapas correspondientes. Algunos de los problemas potenciales que pueden aparecer en casos de implantes mamarios que no han recibido los cuidados mínimos necesarios son el encapsulamiento y el rechazo de la prótesis de silicona por parte del cuerpo.