Astrónomos crean un mapa detallado en 3D de las regiones externas de nuestra galaxia.
Un equipo de astrónomos de la Universidad Macquairie (Australia) y la Academia de Ciencias de China, han empleado 1.339 estrellas para cartografiar en tres dimensiones la galaxia en que vivimos. Ahora, contamos con un mapa más fidedigno de cómo se ve nuestra galaxia desde fuera. Y no es como imaginábamos.
La forma de la Vía Láctea, generalmente representada como una espiral plana, en realidad puede ser más como un disco torcido y deforme. De acuerdo con el nuevo estudio publicado en la revista Nature Astronomy, el análisis de las distancias de más de mil estrellas ha dado como resultado un mapa que revela un disco de material inclinado y desigual diferente de nuestra imagen estándar de la Vía Láctea.
Mapeo de estrellas pulsantes
Las 1.339 estrellas son todas las estrellas variables Cefeidas, un tipo de estrella pulsante cuyo brillo intrínseco depende de cuánto tiempo tarda en variar de brillante a oscuro y viceversa, esto es, que emiten pulsaciones regulares, que se observan como cambios en su brillo. Combinado con el brillo observado de una Cefeida, su período de pulsación puede usarse para obtener una distancia altamente confiable. Normalmente, es difícil saber si una estrella es realmente brillante o cercana, oscura o que esté muy lejos. Dado que el período de una Cefeida le dice a los astrónomos cuán brillante es realmente la estrella, al medir qué tan brillante aparece, los astrónomos pueden dibujar un mapa de distancia muy preciso.
Las Cefeidas son estrellas jóvenes que tienen entre cuatro y 20 veces la masa de nuestro Sol y que pueden llegar a ser hasta 100.000 veces más brillantes.
Los astrónomos observaron los datos de la encuesta WISE sobre estrellas infrarrojas y descubrieron que contenía una gran muestra de Cefeidas. Al medir sus distancias y luego trazar esas estrellas en 3D, los investigadores produjeron un nuevo mapa de la Vía Láctea, uno que muestra un giro distinto, pues confirma un patrón espiral deformado y su causa: la torsión que produce el giro del enorme disco interno de estrellas de nuestra galaxia.
Al mapear las distancias de más de 1.000 estrellas pulsantes, los astrónomos han descubierto una característica curiosa en el disco de la Vía Láctea.
Los astrónomos han sabido durante décadas que el disco de gas en la Vía Láctea está deformado. Pero el gas también se extiende casi dos veces más lejos que las estrellas en el disco visible y se inflama, extendiéndose más alto y más bajo en los bordes que el disco plano de las estrellas. Así que las estrellas no necesariamente siguen la forma del gas. Fue necesario encontrar distancias precisas a las estrellas Cefeidas para aclarar el mapa estelar. Los nuevos datos también agregan un giro literal a la historia, la torsión del disco interno de estrellas. "La torsión es nueva", dice el astrónomo y coautor del estudio Richard DeGrijs de la Universidad Macquarie en Australia. "Se ha visto en una docena de galaxias antes, pero no en la nuestra".
"Combinando nuestros resultados con esas otras observaciones, llegamos a la conclusión de que el patrón espiral deformado de la Vía Láctea es probablemente causado por un forzamiento rotacional, del disco interno masivo", comenta LIU Chao, investigador principal y coautor del trabajo.
"Esta nueva morfología proporciona un mapa actualizado crucial para los estudios de los movimientos estelares de nuestra galaxia y los orígenes del disco de la Vía Láctea", aclara Deng Licai, investigador principal de NAOC y coautor del artículo.
Si bien el estudio se centró en hacer el mapa galáctico y no en explicarlo, los autores plantean la hipótesis de que a medida que gira el disco interno de estrellas de la Vía Láctea, también arrastra el disco exterior, distorsionando la espiral plana.
Fuente: MuyInteresante