El post de esta semana de National Geographic es un extracto del portal italiano de la revista donde se entrevista a Luca Parmitano para hablarnos de su estancia en la ISS (Estación Espacial Internacional) y de la nueva inquilina, la también astronauta italiana Samantha Cristoforetti. Matteo De Giuli es el autor de la entrevista.
Puedes ver la entrevista íntegra en italiano aquí.
Imagen 1: Luca Parmitano (tercero por la izquierda) y Samantha Cristoforetti (primera por la derecha) el 22 de noviembre de 2010 en Colonia cuando se presentaron con otros cuatro nuevos astronautas de la Agencia Espacial Europea. Créditos: Otto Berg Fotografía/Corbis.
Sonrisa fija, mirada incrédula... Son rasgos que comparten los que han soñado con este momento durante toda la vida. Samantha Cristoforetti pasó por la escotilla de entrada a la Estación Espacial Internacional (ISS) en la noche del domingo al lunes, el séptimo astronauta italiano, la primera mujer de ese país. Samantha forma parte de la Expedición 42 junto a otros tres nuevos miembros a bordo del laboratorio orbital.
El 28 de mayo 2013 Luca Parmitano hizo un viaje de seis horas a bordo de una Soyuz desde el cosmódromo de Baikonur hacia la ISS. Parmitano permaneció durante seis meses en la estación convirtiéndose en el primer astronauta italiano en llevar a cabo actividades extravehiculares. Volvió a la superficie de nuestro planeta en noviembre de ese mismo año y el pasado domingo no se perdió detalle del lanzamiento, aproximación y atraque de la nueva expedición, donde viajaba su compatriota.
"Me vi reflejado en el rostro de Samantha. Su sonrisa es un reflejo de la mía porque nuestras historias son muy similares". Luca Parmitano.
¿Te pidió Samantha algunos consejos antes de partir?
Samantha y yo hicimos el curso de astronauta juntos. La conozco bien desde hace cinco años. No me preguntó nada, y yo tampoco quería decirle nada porque se trata de una experiencia muy personal.
Imagen 2: Primer selfie de Samantha Cristoforetti en el espacio, enviado via Twitter desde la ISS. Créditos: ANSA/Twitter/ESA.
Al ver las imágenes, ¿te hubiese gustado volver a estar en órbita?
¿Si me me hubiese gustado regresar? El deseo de volver a formar parte de ese entorno, vivir y trabajar a bordo de la ISS lo tengo desde que volví. Pero encuentro satisfacción en todo lo que hago aquí en la Tierra: participo en carreras Ironman, soy instructor de astronautas... mi trabajo me satisface a diario, pero el deseo y la magia de volar y estar libres de peso es algo que se echa mucho de menos.
Tanto la llegada a la ISS como el regreso tienen un fuerte impacto en los medios de comunicación, pero ahí dentro son seis meses de trabajo duro e investigaciones. ¿Qué actividades se llevan a cabo en la estación? ¿Qué investigaciones tiene previsto realizar Samantha?
Samantha tiene seis meses por delante. Algunos de los experimentos que tienen previsto son trabajar con una impresora 3D, analizar sensores de desgaste en el cuerpo, estudiar un collar para experimentos cardiovasculares... Son ejemplos de las docenas de experimentos que realizará.
La actividad principal de la ISS es hacer ciencia en todos los campos: fisiología, biología, física de materiales, la observación de la Tierra, sin olvidar la exploración humana. El progreso que hacemos hoy en día hay que pensar en utilizarlo en el futuro cuando demos un paso aún más importante: el primer viaje interplanetario.
Imagen 3: Luca Parmitano a su llegada a la Estación Espacial Internacional el 28 de mayo de 2013. Créditos: ESA/NASA.
Supongo que el trabajo allí es repetitivo como suele suceder en el mundo de la investigación, pero, ¿qué has aprendido de los trabajos científicos realizados?
Es difícil de responder porque la ciencia lleva tiempo, años, para establecer una teoría completa. Pero por alguna razón cuando estás en órbita todos esperan resultados inmediatos. Y me sorprendió ver que a veces puedes conseguirlos con bastante rapidez. Permíteme un ejemplo: uno de los trabajos que hicimos cuando estuve era el de perfeccionar un sistema de ultrasonidos a bordo de la estación. Fuimos capaces de hacer por primera vez un análisis con ultrasonido de la columna vertebral, algo que nadie creía posible. Y esta aplicación fue trasladada inmediatamente a la Tierra para hacer diagnósticos en lugares remotos donde una exploración de resonancia magnética no es posible porque son máquinas enormes mientras que una máquina de ultrasonido es el tamaño de un ordenador portátil.
En la estación espacial se duerme poco, cinco o seis horas, y luego hay doce de trabajo. ¿Cómo lo enfocas sabiendo que desde la Cúpula se puede disfrutar de la que probablemente sea la vista más hermosa que cualquier ser humano puede ver en su vida?
Nuestro tiempo está muy determinado. Tenemos establecidas las actividades de cada día de una forma muy precisa. La vida a bordo nunca termina, es como un barco que viaja en el vacío. Cuando terminas el trabajo planificado vas completando los trabajos extra que van surgiendo.
Cuando un astronauta tiene tiempo libre prefiere usarlo productivamente. Luego, por supuesto, siempre hay tiempo para unas visitas a la Cúpula. Tenemos 16 órbitas cada 24 horas. Cuando estás despierto te ajustas a los momentos más interesantes para tomar alguna foto. El resto del tiempo lo pasamos trabajando: nos levantamos a las 06:00 TU y dejamos de trabajar a las 19:30 TU tras la conferencia diaria. Por la noche tienes tiempo libre y puedes mirar por la ventana, llamar por teléfono, escribir o interactuar en redes sociales.
Imagen 4: Fotografía tomada por Luca durante su paseo espacial del 11 de julio de 2013. Créditos: ESA/NASA.
Le has dedicado tiempo a mostrar imágenes desde la ISS. ¿Te gusta la fotografía?
Nunca he sido un entusiasta de la fotografía, pero allí se convierte en una necesidad. Es el único modo que tienes de compartir el privilegio que tienes. Compartir esas experiencias luego se convierten en divulgación no sólo científica sino también social porque al ser capaz de llegar a una audiencia tan amplia desde una plataforma tan privilegiada, te permite mostrar que las divisiones que existen en el mundo son completamente arbitrarias.
Así que ver el punto azul pálido, como decía Carl Sagan, ayuda a poner en perspectiva todo...
Exacto. Absolutamente. Desde allí se tiene la perspectiva perfecta. Y pienso que es nuestro deber contribuir a la evolución de la sociedad, que no debe ser un hecho pasivo sino activo y querer estar unidos para superar cualquier obstáculo.
Chris Hadfield, astronauta canadiense y ex-comandante de la ISS, dijo en una entrevista: "no es que los astronautas sean valientes, simplemente están más preparados para manejar el miedo"...
Siempre lo he dicho y estoy convencido. Mira el ejemplo de mi incidente [el 16 de julio de 2013, el segundo paseo espacial de Luca Parmitano se interrumpió debido a que había agua en el interior del casco de su traje]. Teóricamente aprendes a solucionarlo con el adiestramiento, conoces los procedimientos y te sirven de ayuda en una emergencia, pero la verdadera emergencia es cuando te ves sorprendido por algo que no esperas y eso no lo podemos entrenar. Tu administras tu propio miedo con tu capacidad de concentración. También ayuda el hecho de que en la Tierra hay soporte que te orienta. Es como una luz en el cuarto oscuro que te permite superar tu miedo.
Imagen 5: Luca Parmitano disfrazado de Superman en Halloween durante su estancia en la Estación Espacial Internacional. Créditos: ESA/NASA.
Según ha dicho el astronauta estadounidense Mike Foreman, vivir en la ISS es como vivir en una cabina telefónica con seis personas dentro. Para ello, en la selección de astronautas se tiene en cuenta la personalidad y las capacidades. ¿No es demasiado arriesgado por si hay un choque de egos?
Honestamente puedo decir que nunca he experimentado conflictos. Ha habido tensiones, pero no muchas. Vivir en la estación es una experiencia desde el punto de vista profesional y humano. Vives con personas que comparten tu misma pasión, convencidos de que lo que están haciendo tiene una gran importancia para la humanidad. Esta visión nos permite vivir de una manera tranquila en unas condiciones extremas. Por supuesto, también hay momentos para tener tus momentos íntimos. Vivir en una cabina telefónica, o una lata de Coca Cola como yo digo, es absolutamente necesario tener un espacio privado. Esto te permite mirar dentro de ti, relajarte y tratar de sentirte cómodo.
El lanzamiento de la misión donde viaja Samantha Cristoforetti ha coincidido con el éxito de la película "Interestelar". ¿Te gusta la ciencia ficción?
Todavía no he visto Interestellar, pero me encanta la ciencia ficción. Creo que he leído todos los libros de Isaac Asimov y son muchos los autores que me gustan. Cuando veo ciencia ficción bien plasmada en la pantalla, me hace feliz. No soy de los que buscan posibles errores porque, en mi opinión, la naturaleza de la película de ciencia ficción es entretener, no pretende ser un documental. Por ejemplo, la película Apollo 13 tiene una naturaleza completamente distinta a Gravity, pero la belleza de estas películas está en la emoción que crean.
Visto desde la Tierra, el trabajo que hacías también parecía un poco de ciencia ficción. Incluso bromeaste poniéndote el traje de Superman. ¿Cómo recuerdas el hecho de tener el privilegio de volar?
Mi naturaleza es tratar de no tomarme las cosas demasiado en serio. Nuestra naturaleza es absolutamente humana, incluso cuando somos astronautas. Tenemos defectos y cometemos errores. Cada vez que me miro en el espejo me veo normal, tengo mis debilidades y cada persona con la que trato merece todo mi respeto.
Puedes ver la entrevista íntegra en italiano aquí.--¿Te interesa? Sígueme también en Twitter.