"Cuando mueren las personas que has querido, tú también estás muerta.Sé por qué me aferro a Matías y a Lola con todas mis fuerzas: intento no morir."
Portada de La vida cuando era nuestra
Si hay una palabra que me viene a la mente al recordar "La vida cuando era nuestra" es hermosa. Y lo hace aún días después de terminar su lectura y dejarla reposar para emprender esta reseña. Hermosa la novela, hermosas sus historias y hermosos sus personajes. Hermosa también la prosa de Marian Izaguirre y hermoso el mensaje que quiere hacernos llegar. Voy a contaros un poco más sobre ella, porque me estoy dando cuenta de que tal y como he empezado, si no sabéis muy bien de qué va tal vez podáis creer que va a surgir un triángulo amoroso entre Alice, Matías y Lola. No es así. Aunque ahora que lo pienso, quizás sí hay un triángulo en esta novela, o más bien un trío de personajes, el formado por Alice, Lola y Rose. Y esto me recuerda que todavía no os he hablado de Rose. A por ella voy.Alice y Lola inician la lectura conjunta de un libro, una especie de memorias cuya protagonista es Rose. Rose es una niña que desconoce quiénes son sus padres. Se cría en una granja de Normandía para ingresar luego en un internado. Pasará a vivir temporadas en Inglaterra, de donde proviene su verdadera familia. Volverá después a Francia, esta vez a París. Del puño y letra de Rose iniciamos el siglo XX, vivimos de lejos la primera guerra mundial, disfrutamos de los años 20 en París, conocemos España en los años previos a su guerra civil,... Marian Izaguirre realiza una magnífica labor de ambientación, nos sitúa en diversos escenarios y salta de uno a otro sin inmutarse y sin que nosotros acusemos los cambios. Construye además un personaje, el de Rose, que va evolucionando y que poco a poco cautiva y conquista. Y no sólo al lector. A medida que Alice y Lola avanzan en su lectura conjunta se van dejando atrapar y envolver por la misteriosa mujer, y brota entre ellas una complicidad que sólo puede surgir entre dos personas que se reconocen en un mismo libro. Las tardes que Lola pasa ahora en la librería sustituyendo a Matías se han vuelto sagradas. Son tardes de café y churros y de confidencias. De confidencias con esa mujer inglesa que no sabe de dónde ha salido pero de la que cada vez se siente más cercana, de confidencias con una inesperada amiga a la que la ha unido una mujer de tiempo pretérito que erró por la vida hasta encontrar su lugar.
"Mi patria era Henry, el hueco de un hombro donde apoyaba la cabeza. Yo no necesitaba nada más. Solo eso. Solo a él."
Macarrons. Fotografía de Lorraine
Pues sí, pajaritos. Esta es una de esas novelas que combina dos historias y dos hilos temporales. En la mayoría de los libros que siguen este patrón, una de las dos narraciones acostumbra a ser una mera excusa para contarnos la otra, o bien siempre hay uno de los dos relatos que destaca más y el cambio al otro nos fastidia su lectura. "En la vida cuando era nuestra" su autora trenza dos historias con peso, ambas dignas de tener una novela propia, y eso es algo poco común y muy de agradecer. Lola. Poco os he contado de ella. Hasta ahora sólo os he dicho su nombre, el de su marido y que toma café con churros con Alice mientras leen la historia de Rose. No ha sido por descuido, pajaritos, me la estaba reservando. Si Rose me conquistó, Lola sencillamente me enamoró."es solo una mujer de treinta y ocho años que lleva demasiado tiempo esforzándose por levantar su vida sobre una realidad sujetada con palillos..."
Mmmm, churros. Fotografía de Neil Conway
Nos quedamos ahora en ese Madrid recién iniciada la década de los 50, ese Madrid recuperándose de una guerra fratricida y tratando de sobrevivir a un régimen totalitario. No necesita recurrir la autora a grandes descripciones ni a la narración de hechos o sucesos, tan sólo necesita a Lola, su nostalgia, su tristeza, su derrotismo y aunque ella no lo sepa, su fuerza. Conocemos cómo es la vida de Lola ahora y cómo era antes de la guerra, esa comparación que la mata en vida. Asistimos al momento en que se encuentra con Matías por primera vez. ¡Es tan hermoso ese capítulo! (siento reiterarme con el adjetivo, podría utilizar un sinónimo pero es que me sale así) La prosa de Izaguirre es casi poética sin ser enrevesada, evoca como nadie la memoria sentimental de sus personajes creando un fuerte vínculo con el lector. Yo he cerrado las tapas de este libro al concluirlo, pero aún los llevo conmigo y me seguirán acompañando.Rose y Lola. Y Alice, el hilo conductor entre ambas historias. Parece que las mujeres pisan fuerte en esta novela. Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Yo pienso que el dicho funciona también a la inversa. Son los femeninos los personajes principales de este libro, pero los masculinos son secundarios de lujo. Matías es de ellos sin duda el más desarrollado. Sería difícil entender a Lola sin él. Matías es su sostén, Matías es por quien ella aguanta. Sería harto difícil entender esta novela sin sus personajes masculinos y la relevancia que estos tienen en las vidas de las mujeres protagonistas.
"el hombre adecuado no es el que nos ama más, sino el que hace que nuestro amor nos mueva, nos descubra algo que no sabíamos de nosotros mismos."Las cuatro paredes de una pequeña librería son el centro neurálgico de esta novela. Una novela cuya trama gira en torno a la lectura de un libro. Una novela plagada de referencias literarias que es un canto a los libros y a la lectura. No es casualidad. La escritora bilbaína reivindica con esta novela ese amor y veneración a los libros, esa vida cultural, ese salir a tomar un café y charlar tranquilamente, ese discutir ideas sin temor, ese construir proyectos sin miedo. Esa vida que añora Lola. Esa vida cuando era nuestra.
A british corner in Madrid. Fotografía de Roberto Taddeo
Ficha del libro:
Título: La vida cuando era nuestra
Autor: Marian Izaguirre
Editorial: Lumen
Año de publicación: 2013
Nº de páginas: 416
Más sobre "La vida cuando era nuestra"
Como curiosidad os contaré que esta novela ha sido comprada por numerosas editoriales extranjeras incluso antes de ser publicada en España.
Os dejo el primer capítulo de la misma y una entrevista concedida por su autora a Peridista Digital.
Primeras páginas de "La vida cuando era nuestra"
Entrevista de Marian Izaguirre a Periodista Digital.
Y el próximo viernes... volamos hasta un apartamento en París en el que parece haberse detenido el tiempo. Una especie de casa-museo en la que conviven cuatro almas bellas, cuatro personajes frágiles que sólo cuando se encuentren hallarán la fuerza suficiente para enfrentarse al mundo. "Juntos, nada más" de Anna Gavalda.