Revista Psicología

La vida es gris

Por Eredolosi @redolosi

  " La mediocridad, posiblemente, consiste  en estar delante de la grandeza y no darse cuenta".  Gilbert Keith Chesterton (1874-1936).  Escritor británico
    Muchos al leer el título de esta entrada han podido pensar que estaba un poco melancólica, ya que este color significa tristeza o indiferencia, sin embargo, en esta ocasión, representa todo lo contrario.
    En psicología hay una forma errónea de ver la vida llamada pensamiento polarizado que consiste en  clasificar las situaciones y las cosas que nos pasa en términos extremos y opuestos, olvidando los grados intermedios. O las cosas que nos pasan son buenas o son malas, o soy un inútil o competente, o soy bueno o soy malo, o están conmigo o están contra mí.
La persona que ve su vida de forma absolutista suele utilizar palabras claves que extreman las valoraciones y olvidan los matices como "Nunca lo conseguiré", "Siempre me sale mal", "Soy malo", "Soy bueno", "Soy listo", "Soy torpe"...
Se hacen las estimaciones de forma drástica "lo que me pasa es maravilloso o es una pena"
También se utiliza para conseguir objetivos "o soy el director o me voy".
Y para evaluar la vida "o soy feliz o soy desgraciado".
    Las circunstancias diarias suelen clasificarse con esta doble dicotomía, o las cosas son buenas o son malas cuando la realidad es que la vida es gris. La vida está llena de matices y las situaciones no son ni buenas ni malas, ni las personas son perfectas o inútiles.
    Un ejemplo, un chico se propone a estudiar y sacar buenas notas, se siente "fuerte y responsable" y si algún examen lo suspende piensa que es un "fracasado". Se olvida de ver los términos medios.
    Esta distorsión cognitiva nos disfraza la realidad, nos hace ver las cosas de forma radical impidiéndonos nuestros objetivos, provocándonos ansiedad y estrés y alejándonos de nuestra paz interior, ya que las creencias determinan nuestros sentimientos y comportamientos. El mayor impacto o efecto psicológico de esta creencia sobre la persona es cómo se juzga ella misma, sino es brillante será una fracasada, el sujeto no da cabida a las equivocaciones. Como vemos, este pensamiento está en la raíz del perfeccionismo.
    Para hacer frente a estos pensamientos erróneos, se trabaja dejando de hacer juicios en blanco y negro, las personas no son felices o tristes, valientes o cobardes, existe un continuo y vamos oscilando de un lado a otro. Somos demasiado complejos para valorarnos de forma dicotómica. Es necesario preguntarse "¿realmente es esto así?".
   Una muy feliz semana...
   


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