Revista Cultura y Ocio
"2-4-6-8 who do we appreciate?
Las cifras son al gran obsesión norteamericana. ¿Cómo dar la talla? Nuestra economía ruinosa: los porcentajer de crecimiento, el gasto de los consumidores, la producción industrial, el PIB, el PNB, el Dow Jones. Como sociedad: los homicidios, las violaciones, los embarazos adolescentes, la pobreza infantil, la inmigración ilegal, los drogadictos (oficialmente reconocidos y no). Como individuos: la altura, el peso, las caderas, la cintura, el pecho, el IMC...
Pero la que causa la mayor parte de los problemas es la cifra que tengo ahora mismo en la cabeza: 2."
Me regalaron este libro hace un tiempo, pero con semejante título not enía del todo claro lo que me iba a encontrar, sobre todo porque del autor de Trainspotting me espero cualquier cosa. al final, todos acaban pasando por mis manos y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual: La vida sexual de las gemelas siamesas.
Vivimos en un mundo en el que la operación de dos gemelas unidas por el tronco, por lo que solo quedará una viva, se convierte con facilidad en un fenómeno mediático. Así somos. Y es en este mundo en el que una entrenadora personal llamada Lucy se convierte en una celebridad al desarmar a un hombre que iba a matar a dos personas con su pistola. Estamos en Miami, y su proeza es grabada por una mujer llamada Lena Sorensen que se obsesiona con ella y la contrata para adelgazar.
Con estas premisas, más un cadáver, sexo, depresión, obsesión, estética, comida y adicciones, Irvine Welsh teje una suerte de comedia negra satírica sobre la sociedad actual en la que no deja títere con cabeza. Y es que su novela tiene puntos muy interesantes, desde el circo mediático hasta la obsesión por la talla que se usa, el apetito desmedido que se siente todo el día o el esclavo del gimnasio. Puedes llevar una vida terrible sujeto literalmente en este caso, o aferrado por deseos, pero si se vive con un aspecto fantástico, hay que decirlo. Y eso todos lo entendemos, sabemos de lo que habla Welsh aunque éste ha optado por llevarlo al extremo en su novela.
Narrada a varias voces, y comenzando por Lucy, somos incapaces de sentir la más mínima simpatía hacia ella. Pero tampoco rechazo como tal, y es que, el autor carga tanto las tintas en su odio y desprecio hacia todo, que consigue ser el rechazado por encima de su propio personaje. Cuando la voz cambia a la obsesiva y deprimida Leda, tampoco cambian mucho las cosas y nos sentimos atrapados en una novela en la que la exageración se le ha ido de las manos al autor en una maraña de palabras malsonantes que supongo pretenden pasar por lenguaje de la calle.
No sé si he asistido a la novela en la que Welsh quiso ser Bukowsi aderezado con Palahniuk, pero se le va la mano hasta adentrarse en el camino de la vulgaridad, y lo hace sin excusa ni miramientos: hasta el cuello. Y con ello lo único que consigue es desdibujar una idea que me ha resultado atractiva, incluso buena, para ser desarrollada con calma y siguiendo una trama que en manos de otro escritor hubiera dado lugar a un gran libro. Incluso, si el autor fuera Ellis, a una novela de terror.
La vida sexual de las gemelas siamesas es una novela cuyo eje argumental me ha parecido fantástico, incluso brillante, pero que queda totalmente eclipsado por una narración poco afortunada, ordinaria, que termina echando a perder lo que hubiera podido ser un buen libro. No era necesario tanto, señor Welsh, de verdad, eso no es provocar.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Gracias.