Un niño que ha sufrido la violencia y los malos tratos por parte de sus progenitores, ¿hará lo mismo con sus hijos?, la respuesta se proporcionará a través de un estudio titulado De generación en generación, centrado en las desviaciones conductuales relacionadas con la violencia con los niños y desarrollado por varios hospitales alemanes. Es un estudio que tendrá una duración de tres años y se pretende obtener una base científica sobre las relaciones causa/efecto en lo que respecta al denominado círculo vicioso de la violencia.
Son varias las preguntas que se pretenden responder con este estudio, para ello se pretende observar día a día la vida en común de las madres que en su infancia sufrieron traumas relacionados con el maltrato y la violencia de sus progenitores, y comprobar cómo se comportan con sus hijos en edad escolar. Parece ser que el estudio es de gran dimensión, ya que se van a tener en cuenta parámetros como el funcionamiento cerebral, la genética, la situación hormonal, y por supuesto la conducta y actitud.
Además, según leemos en esta noticia, se realizará una comparativa con dos terapias, las familias que participen en el estudio se dividirán en dos grupos, a uno se le propondrá una terapia para trabajar con el estrés y la depresión de aquellas madres que sufrieron traumas en la infancia, al segundo grupo se le propondrá un formato “Gran hermano”, se observará a la familia con cámaras ocultas, la madre tendrá un auricular por el que recibirá consejos para ayudarle en determinadas situaciones o adoptar determinadas medidas. De este modo, la presencia física de un especialista no alterará el comportamiento de los niños.
Este estudio se complementará con investigaciones que se están llevando a cabo hoy en día y en las que se tratan de determinar las causas biológicas asociadas a la violencia, para ello se están utilizando roedores de laboratorio a los que se les alteran los patrones neurológicos cerebrales. En esta caso, no entendemos muy bien cómo se pueden extrapolar los resultados a los seres humanos ya que no intervienen las mismas emociones y la estructura cerebral es totalmente distinta. En otros estudios se trata de determinar que señales procedentes de los niños incrementan la sensibilidad y reacciones de estas madres.
El estudio De generación en generación está financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación alemán y cuenta con un presupuesto de 2’1 millones de euros. Se pretende desentrañar los patrones del comportamiento y dar con las claves que permitan frenar un legado que sería transmitido a los hijos, la violencia y los malos tratos. A través del artículo publicado en el periódico Der Tagesspiegel podrás conocer más detalles sobre este proyecto.
Foto | Jason O’Halloran
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¿La violencia con los niños pasa de generación en generación?