La violencia en Kirguizistán afecta a un millón de personas

El sin sentido en el que se ha convertido Kirguizistán, tras la oleada de violencia que se ha cobrado al menos 191 víctimas y ha dejado más de 2.000 heridos- Rosa Otunbáyeva, presidenta del país cree que las víctimas “pueden ser 10 veces más”-, afecta a más de un millón de personas que necesitan alimento y refugio tras dejar sus hogares por temor a que las tensiones y la limpieza étnica continúe sin que nadie lo pueda remediar.

A pesar de todo, la situación en el país centroasiático parece haberse estabilizado; pero la realidad es que hay más de 400.000 desplazados uzbekos y kirguises que huyeron de los enfrentamientos entre ambas etnias que se produjeron en las ciudades de Osh y Jalalabad… Se estima que unos 75.000 uzbekos consiguieron cruzar la frontera con Uzbekistán antes de que el país la cerrara al verse desbordada.

La presidente en funciones, Rosa Otunbayeva, comentó la situación desde la ciudad meridional de Osh, la segunda ciudad más grande de la capital, calificando como una tragedia nacional los recientes enfrentamientos étnicos entre kirguisos y uzbekos y que es necesario reconstruir la ciudad. Otunbayeva habló, durante una entrevista con el periódico ruso 'Kommersant', de 2.000 muertos en los recientes disturbios, a pesar de que hasta ahora las estimaciones oficiales eran de 200 fallecidos.

"Ha habido muchos muertos en los pueblos y, de acuerdo con nuestras tradiciones, son enterrados inmediatamente, antes del atardecer", dijo la presidenta provisional al explicar la nueva cifra de muertos, diez veces más alta que la mencionada hasta ahora.

Por otro lado, Un representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Giuseppe Annunziata, señaló que su institución está elaborando sus planes futuros de asistencia sanitaria en función de esa cifra. Mientras que la portavoz del UNICEF, Christiane Berthiaume, coincidió en que aproximadamente un millón de personas necesitarán ayuda internacional en el contexto de la crisis en Kirguizistán.