Con el tiempo los descubrimientos de Galileo comenzaron a crear problemas a la poderosa Iglesia Católica. La cosmovisión aristotélica y las enseñanzas católicas estaban muy ligadas, por ello un desafío a Aristóteles era un ataque potencial contra la iglesia católica. Galileo había puesto de manifiesto defectos en los objetos celestes lo que había molestado bastante. Pero algunas de sus observaciones, especialmente las fases de Venus y la existencia de lunas alrededor de otros planetas, dieron apoyo a la teoría heliocéntrica de Copérnico, y eso hizo que la obra de Galileo fuera potencialmente herética. Algunos eruditos bíblicos señalaron que el libro de Josué, en el que se describe que el Sol se detiene milagrosamente, "en medio del cielo, y que tardó en moverse de nuevo casi un día entero." ¿Cómo podría detenerse el Sol? tal y como Copérnico y Galileo exigían ahora, ¿si estaba parado? En 1614, un fraile dominico llamado Tommaso Caccini predicó abiertamente contra Galileo, calificando de herética la visión copernicana del mundo. En 1615 otro fraile dominico, Niccolo Lorini, presentó una denuncia contra Galileo ante la Inquisición romana, un tribunal establecido el siglo anterior para erradicar las herejías.
En la imagen el Papa Urbano VIII. El jefe de la iglesia católica estaba muy molesto con Galileo puesto que en uno de sus libros había ridiculizado la cosmovisión aristotélica
Estos desafíos a la iglesia tenían muy preocupado Galileo, un hombre profundamente piadoso. Es un error común afirmar que Galileo no era religioso, sino como dice Dava Sobel, "Todo lo que hacía, lo hacía como un creyente católico." Galileo simplemente cree que la finalidad de la Escritura no era la de enseñar astronomía, sino más bien, como escribió en una carta de 1613 a su discípulo Castelli Benedetto: "persuadir a los hombres de las verdades necesarias para la salvación." Algunos miembros de la iglesia eran de la misma opinión: el cardenal Baronio en 1598, decía que la Biblia pretendía era "enseñarnos la forma de ir al cielo, no de explicar cómo funcionan los cielos."
A finales de 1615, Galileo viajó a Roma para reunirse con los líderes de la iglesia personalmente, él estaba ansioso de presentar sus descubrimientos y hacer causa en favor del heliocentrismo. Pero el enfoque de Baronio resultó ser minoritario en Roma. Galileo fue advertido de no defender el copernicanismo.
Ocho años más tarde, fue elegido un nuevo Papa, Urbano VIII, y de nuevo Galileo volvió a pedir permiso para publicar. El Papa Urbano otorgó su permiso, con la condición de que Galileo debía presentar la teoría unicamente como una hipótesis. Pero el libro de Galileo, publicado finalmente en 1632, "Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo", favorecía claramente la opinión de Copérnico, lo que enfureció al Papa.
Y de esta manera, en algo que sería llamado por el Papa Juan Pablo II tres siglos más tarde, un caso de "trágica incomprensión mutua", Galileo fue condenado por el Santo Oficio de la Inquisición por ser "vehementemente sospechoso de herejía, es decir, de haber sostenido y creído que la doctrina que es falsa y contraria a la Sagrada Escritura, que el Sol es el centro del mundo. "Galileo fue condenado a prisión, pena que le fue conmutada por arresto domiciliario debido a la vejez del científico, entonces de 69 años de edad.
Continuará...
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Publicado en Odisea Cósmica¡Suscríbete Ya!