En varias ocasiones hemos hablado de la importancia de la vitamina D en los recién nacidos, apuntando que deben recibir suplementos de esta vitamina desde el primer día. Como sabemos, la vitamina D está implicada en numerosas funciones del organismo y su déficit puede provocar diferentes problemas de salud. Bien, hoy conocemos una nueva investigación en la que se muestran los beneficios que ofrece a los niños que sufren una enfermedad renal crónica.
Un grupo de investigadores internacionales procedentes de 12 hospitales infantiles y universidades del Reino Unido, Polonia, Italia, Lituania, Alemania, Francia, Hungría y Turquía, han llevado a cabo una investigación para determinar los beneficios de la vitamina D en niños con enfermedades renales crónicas, llegando a algunas conclusiones interesantes.
Según las conclusiones obtenidas, un bajo nivel de vitamina D en estos niños puede suponer una mayor pérdida de la función renal a largo plazo. En la investigación se ha constatado que la supervivencia del riñón y su funcionalidad es un 75% más elevada en aquellos niños que tienen más de 50 nanomoles por litro de sangre, y un 50% en el caso de los niños con menos de esa cantidad.
Según los expertos, por cada 10 nmol/l, la supervivencia renal se incrementa en un 8’2%, el nivel de vitamina D es mayor en niños que padecen una enfermedad renal crónica, ya que una de las funciones del órgano es la producir la forma activa de la vitamina. Esta forma activa se denomina 1,25-dihidroxicolecalciferol o calcitriol, se sintetiza en los riñones a partir de la forma circulante en la sangre 25-hidroxicolecalciferol o calcidiol, que a su vez se forma en el hígado a partir de vitamina D3.
Los expertos consideran que una suplementación de esta vitamina ayudaría a los riñones, es un suplemento nutricional eficaz, de fácil acceso, seguro y además económico, pudiendo formar parte del tratamiento que se administra a los riñones para retardar la disminución progresiva de sus funciones. Evidentemente no es una cura, pero daría tiempo para buscar soluciones alternativas o la posibilidad de iniciar un nuevo tratamiento descubierto.
En la investigación se midió el nivel de vitamina D en 167 niños con una edad media que rondaba los 11 años, se realizaron mediciones de la situación renal antes de iniciar la suplementación y al cabo de 8 meses, los resultados no dejan lugar a dudas, los suplementos de vitamina D son necesarios para reducir el deterioro de la función renal. Pero además apuntan que el suministro sería beneficioso para aquellas personas mayores que padecen la enfermedad y cuya incidencia aumenta con la edad.
Posiblemente se realicen nuevas investigaciones en esta línea para poder ratificar los resultados obtenidos, ya que la muestra de pacientes participantes es pequeña, otro dato significativo es la ausencia de un grupo de control sin la enfermedad. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica JASN (Journal of the American Society of Nephoogy).
Foto | Gep
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La vitamina D puede ayudar a niños con una enfermedad renal crónica