Revista Mundo animal
Los cazadores mantienen que el maltrato hacia estas razas y el abandono masivo son falsas leyendas y exageraciones, desde tu experiencia en una perrera de la provincia de Málaga
¿Cuál es tu opinión?
Intentaré ser breve, aunque me cueste mucho refrenarme, pues este tema es poner el dedo en la llaga. Debo decir que, en lo que mi experiencia se refiere, que es lo que han visto mis ojitos, no existen falsas leyendas sino apabullantes realidades. Creo que cualquier leyenda ni siquiera se aproxima a lo que día a día se palpa como un problema irresoluble mientras las autoridades realmente no tomen cartas en el asunto. (Está claro que si no es así la mentalidad puede que cambie, pero eso lo preveo a años luz).
La perrera en que nosotras trabajábamos depende de la Diputación, lo cual quiere decir que abarca 92 municipios. (¡Sí, no me he equivocado: 92!). Gran número de éstos son pequeños pueblos y zonas rurales donde la mayor parte de los abandonos son perros de gran tamaño y perros de caza. Los primeros eran guardianes "demasiado buenos" que no les valían para cuidar la parcela pues no se comían debidamente a la gente. Los segundos, simplemente no cazaban o se asustaban de los disparos o tenían más de dos años. El abandono de podencos, galgos, bretones, setters, pointers, sabuesos o perdigueros era importante. Galgos entran SIEMPRE. Podencos entran por decenas. Bretones idem. Tantos que muchos ni siquiera llegan a la oportunidad de "exposición" en la parte en que el público los puede ver. Debo decir que el personal de la perrera era sensible ante el abandono masivo. Que sufrían con una avalancha que en algunos casos era de hasta 40 perros diarios. Que cooperaban impecablemente con nosotras y que para ellos, las adopciones eran un motivo de sincera alegría. Pero, como ellos decían: nosotros somos los que llevamos el cartel de matarifes, cuando lo cierto es que si los dueños fuesen responsables, estas instalaciones estarían vacías. De hecho, cuando nos echábamos a temblar ante la perspectiva del verano (y los consiguientes abandonos por vacaciones o viajes) recuerdo una afirmación que en este contexto viene a resumir cualquier otra valoración: "Para nosotros el verano no es la peor época; casi es un mes como otro cualquiera: lo peor es cuando termina la temporada de caza." Creo que ante eso hay bien poco que añadir. Es de una elocuencia incontestable.
¿Has notado un cambio de actitud de los adoptantes a la hora de valorar estas razas sólo como compañía?
Sinceramente, no.
Excuso decir que en la perrera entraban cada día cantidades enormes de pobres desgraciados, chuchos de todos tamaños y pelajes, perros de pura raza (goldens, cóckers, bóxers, etc) de todas edades y condición. Debo decir que existía también un más que aceptable índice de adopciones pero... y aquí viene el problema: no todos tienen las mismas opciones de salir. La experiencia nos enseñó que el más bonito, el más fotogénico o el más gracioso es el que tiene más papeletas. A veces he fantaseado con la idea de un cartel para combatir las opciones "sólo del guapo" imaginando qué haríamos, la gente corriente y moliente aunque nos proclamásemos buenísimas personas esperando que nos escogiesen a nosotros compitiendo tras las rejas junto a Brad Pitt, Scarlett Johansson o Beyoncé. Por desgracia yo he constatado cómo los peludos pequeños tarde o temprano tenían su momento (salvo excepciones inexplicables, que a veces pasa) Y que los de raza también tienen un público más o menos incondicional que aprecia la "pureza" y los considera "perros buenos". Naturalmente los bretones (a decenas) los podencos (para qué hablar) o los setter, pese a ser bellos y "buenos", sistemáticamente eran, por completo, ignorados. Los que en mayor número los podencos. He elaborado mi propia teoría al respecto, por supuesto, no deja de ser emitida desde una óptica personal: los galgos son objetivamente bellos y dóciles. Además la gente los reconoce como galgos. Esa gente, además, sabe del maltrato a que son sometidos. El movimiento en pro del galgo sí está obteniendo (tímidamente pero de forma sólida) al fin un eco social. Son animales proclives a admirarlos y corroboro una solidaridad entre los propietarios que sin duda sucumben a la "galguitis" (yo misma). Además hay varias y conocidísimas organizaciones que funcionan con mucha eficacia y seriedad en la consecución de inmejorables adopciones. Y no podemos olvidar un factor que, a mi modo de ver es de enorme importancia: el galgo gusta, fascina en el extranjero. No con ello quiero decir que, ni mucho menos el pobre galgo esté ya a salvo de los salvajes que siguen atormentándolos con la vida y la muerte que les dispensan, pero el galgo es punta de lanza, o así lo veo yo. ¿Por qué no gozan del mismo apoyo y predicamento los podencos, bretones, bracos, etc? Hay un gran desconocimiento, una enorme ignorancia que he podido constatar por propia experiencia. En ocasiones, me permitía acompañar por los cheniles a una familia de adoptantes indecisos (eso me partía el alma, pero me parecía de conciencia "aconsejar") si les preguntaba por qué no se decidían por alguna podenquita preciosa y mansa o un bretón noble y tranquilo rápidamente rechazaban la sugerencia porque "Esos son para cazar. ¿Cómo vamos a meter en una casa un perro así?". Y pasaban de largo. Hay una idea colectiva de que un perro de caza jamás se adaptará a vivir en un piso porque "no es lo suyo". Esto no es mala voluntad, pero sí ignorancia. Habría, claro que sí, hacer campaña para desterrar esos mitos falsos. Recuerdo a Yolco, un soberbio pointer cuya planta y nobleza nos tenían enamorados a todos. Todo el mundo alababa su belleza pero nada, nadie lo adoptaba. Yolco iba mes tras mes perdiendo gallardía y porte... ¡qué os voy a contar! las únicas bazas que el pobre tenía a su favor. (No sufráis por él: está felizmente adoptado). Pero todo el largo tiempo que pasó allí, sobreviviendo como un héroe a las enfermedades, el frío, el calor y la tristeza fue debido a que era un pointer. Los bretones se arraciman; para evitar peleas los ponen por parejas y claro... al tiempo llegan los bretoncitos que tampoco, pese a su adorable apariencia son los candidatos más fáciles a la adopción. (Hay un cielillo de esos disponible ahora mismo, por cierto). Con los podencos ya el desideratum. Primero que la gente no sabe que es un podenco porque claro, no imagina que un hermoso y gran macho de pelo duro y blanco es podenco como podenco es el maneto pequeñito y paticorto, gracioso e hiperexpresivo de al lado. Te discuten que no, que no tienen nada que ver. Que son chuchetes, mestizos. Para colmo muchos podencos, a no ser que vayan expresamente a por ellos (por causa de la podenquitis, la cual también padezco en grado agudo) sabemos que jamás los pòdrá adoptar nadie, porque sufren de una gran timidez y cuando llega gente se esconden. ¡Pobres! El podenco, también por ignorancia, es considerado chucho e incluso he tenido que sufrir más veces de las que quisiera, que es feo y difícil.
La gente que adopta perros desechados de los cazadores es porque, normalmente, ha tenido una experiencia anterior y queda enganchada. Así he presenciado alguna que otra adopción. Recuerdo una chica que vino desde otra provincia para adoptar a una bretoncita. Le advertí que en la perrerra no reservaban y que corríamos el riesgo de ir y que un rato antes cualquiera se la hubiera llevado. "En ese caso me llevaré a cualquier otro bretón" Fue la respuesta. (La perrita estaba y se la llevó).
Piensas que con las campañas que realizan asociaciones y protectoras de Europa para dar a conocer la situación de los perros de caza en nuestro país y las campañas de famosos para reivindicar la imagen como de los galgos animales de compañía frente a instrumentos ( ojala pronto veamos el mismo movimiento a favor de podencos, bracos, bretones, pointers.....) ¿se puede conseguir algo efectivo ?
Todo, todo lo que se haga es bueno. Ojalá se insista una y otra y otra vez. Claro que se puede conseguir algo efectivo. Pero no debemos dejar que nos hagan los deberes desde fuera. Hay que pronunciarse, manifestarse, escribir, organizar, hablar... es un verdadero desperdicio que la televisión ocupe tantas horas con los mismos temas intrascendentes y tantos individuos y programas que no aportan nada. ¿¿Dónde están las campañas que alguna vez tuvimos ocasión de contemplar?? No soy tan vieja y recuerdo anuncios en contra del abandono. ¿Esto ya no vende? Creo que si decimos erigirnos en los que no tienen voz debemos hacernos oir y reivindicar la erradicación del maltrato (el abandono, por supuesto, lo es) de estos animales que tan maravillosos compañeros domésticos se revelan cuando los pobres tienen su oportunidad. La administración nos ha "educado" en muchas cosas (ya no se fuma en un bar, nadie conduce sin cinturón...) si en esto no es capaz de hacerlo tendremos nosotros que educar a la Administración. Yo creo que lentamente se conseguirá, pero muy lentamente, y desde luego con voluntad pollítica y social. Pero hemos de trabajarlo y además hemos de hacerlo unidos.
(¿Los famosos? ¡bienvenidos los famosos con perros de caSa! ellos tienen un enorme eco y la gente tiende a imitar. No me gustan las modas (Scottex: golden) pero ¿Y si Coca-Cola escogiese para su próxima campaña un podenquillo orejón? Reitero, no me gustan las modas en lo tocante a perros -pasa como con las dietas y el efecto rebote-, pero ¿no es la hora de algún bretoncillo, de un braco para que lo veamos en la tele en un sofá y la gente lo vaya viendo?).