Si el diplodocus donado por Carnegie al Museo de Ciencias Naturales en 1913 fue el primer esqueleto de un dinosaurio del que pudimos disfrutar los españoles, una década después la magia del cine les haría cobrar vida ante nuestro ojos. Y la prensa estaba allí para dar testimonio de todo.
Arte y Cinematografía (1910-1936) fue la primera revista cinematográfica no vinculada a intereses comerciales. Pronto se van especializando, y así El Mundo Cinematográfico (1912-1930) y La Vida Gráfica (1913-1920) se centraron en la industria y las instituciones [1]. Otras revistas prebélicas fueron Popular Films (1926-1937), Jueves Cinematográfico (1927-1936) –suplemento de El Día Gráfico-, Nuestro cinema (1932-1935), Cinegramas (1934-1936) o Cinema Sparta (1935-1936). Pero lo cierto es que el cine se hizo pronto hueco en la mayoría de los diarios, muchos con secciones de carteleras dedicadas a informar de los programas en exhibición y críticas más o menos periódicas.
Las tres edades
A comienzos de diciembre de 1924, La Libertad o Heraldo de Madrid anunciaron el estreno del filme de Buster Keaton (aquí conocido como “Pamplinas”) Las tres edades (1923). Sin embargo, olvidaron mencionar que, en la película, “cara de palo” cabalgaba montado en un brontosaurio animado en stop-motion.
Sólo se trataba de una breve escena, así que apenas tuvimos tiempo de disfrutarla. La Libertad volvió a promocionar la cinta, con motivo de su reposición, los días 15 a 19 de marzo del siguiente año; por cierto, en el número del día 17 apareció este gag prehistórico. El 10 de diciembre de 1925, Las Provincias publicó una nueva crítica tras su exhibición en Valencia.
"Tricerabus" de Hojas de Parra
El año en que de verdad descubrimos cómo se movían los dinosaurios fue 1927. El año comenzó con el estreno de la comedia Hojas de Parra (1926, Howard Hawks), que comienza con un prólogo de ambientación prehistórica que recuerda la serie de los Picapiedra: saurópodos-mascota, ceratópsidos utilizados como medio de transporte... Desde comienzos de enero, El Día Gráfico venía anunciando el estreno para el día 23 en el Pathé Cinema y en el Capitol de Madrid. El día 24, El Heraldo de Castellón informó del estreno el 27 en el Salón Royal. El 25 de enero, El Progreso comenta que el Edén en el que viven los primitivos Adán y Eva que abren el filme no es un paraíso al uso: “El dinosauro y la serpiente están allí, y muchas otras creaciones cómicas del tiempo prehistórico”.
Alrededor del Mundo (18 de abril de 1925)
Pero el gran acontecimiento cinematográfico en materia dinosauriana estaba aún por llegar. Y se venía anunciando en la prensa desde más de dos años atrás. El 11 de enero de 1925, cuando el recuerdo de la expedición del Zoo de Buenos Aires a la Patagonia en busca de un plesiosaurio vivo está aún fresco en las memorias, La Libertad informa que se está rodando la adaptación de la novela de Arthur Conan Doyle El mundo perdido; esta crónica fue reeditada el día 30. El 18 de abril de 1925 Alrededor del mundo publica una reseña del filme. El 12 de noviembre, el Diario de la Marina otra, tras un pase privado. El 6 de diciembre de 1925, El Debate abre el artículo “Tradiciones en flor” del siguiente modo: “Hacía furor este verano en París una película en que un zoólogo presentaba en plena vida actual el país prehistórico de los disontauros (sic) o animales por el estilo del diplodocus, cuya osamenta exhibe el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Análoga sensación a la que producía aquel ‘Mundo desconocido’, que éste era el título de la película, produce en Cambridge el hallazgo de tradiciones supervivientes...”
Alrededor del Mundo (18 de abril de 1925)
La novela de Conan Doyle fue publicada por entregas en El Heraldo de Madrid para promocionar el estreno en Madrid, a finales de 1927, en el cine Royalty de Madrid, como anuncia La Nación el 29 de noviembre. A Barcelona llegó antes, y en el Día Gráfico del 2, 5 y 9 de febrero podemos encontrar el anuncio del estreno, en el cine Coliseum. El 8 de marzo de 1927, el valenciano El Pueblo publicó una reseña sobre “El mundo perdido” y al día siguiente incluyó varias cuñas publicitarias. El 25 de junio, Caras y Caretas publicó una crítica entusiasta y en la del 4 de diciembre de El Liberal, se dice que “nadie esperaba encontrarse con aquella serie de animalitos ‘vivitos y coleando’; gracias a la gran inventiva de sus realizadores”. El 6 de diciembre de 1927, Diario Universal anunció el estreno de la adaptación a la pantalla de la “célebre novela de Julio Verne” (sic) El mundo perdido en los cines Madrid y Royalty.
El 7 de abril de 1928, La Prensa (Tenerife) informa que “Se prepara en Norteamérica un film titulado ‘Terrores de lo desconocido’, que será la continuación de otro editado hace dos años, y en el cual trabajarán dinosauros, plesiosauros, ictiosauros, mamuts, diplodocos y otros monstruos antediluvianos.” Partiendo de que el crítico hubiese errado la fecha del estreno de The Lost World (1925, en lugar de 1926), podría tratarse de una secuela que quedó aparcada debido a cambios en la dirección de First National Pictures.
Preparando la reconstrucción de un ictiosaurio y un insecto antediluviano (Nuevo Mundo, 30 de mayo de 1930)
El 30 de mayo de 1930, Nuevo Mundo publica una reseña sobre un filme de dinosaurios que “cierta casa productora alemana” estaba rodando (por fechas, podría tratarse de Aus der Urzeit der Erde de Hans Ewald). Pero el filme que realmente iba a marcar a toda una generación de espectadores españoles y a potenciar definitivamente el cine (y los cómics, gracias a sus adaptaciones) de dinosaurios llegaría a nuestras pantallas tres años después y tenía por protagonista a un gorila gigantesco que vivía en una isla oculta de los mapas por una espesa niebla...
Nuevo Mundo (30 de mayo de 1930)
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[1] Nieto Ferrando, J. (2018) “La prensa cinematográfica española como fuente y objeto de la historia del cine. Análisis y evolución de sus contenidos (1910-2010)”, en Historia y comunicación social, Ed. Complutense.