Tom Ford ha vuelto. Y lo hace en las páginas de la edición de diciembre de Vogue US de la mano de Anna Wintour, como no podía ser de otra forma. Bueno, y en la portada de diciembre de Vogue Paris con Lara Stone de la mano de Carine.
Nos presenta su exclusiva colección de mujer spring/summer 2011. Esa de la que fueron testigo solo 100 afortunados. Exclusividad pura y dura. Unos pocos seleccionados pudieron ver la presentación de la colección en Nueva York el pasado septiembre, las cámaras estaban prohibidas. Aun así alguna imagen tenemos.
A Ford le gustan los años setenta, la belleza tangible, vestidos de lurex, pailletes, print de leopardo y seda. Y todo esto para primavera, aunque a simple vista pueda parecerte una propuesta invernal.
Steven Meisel ha sido el encargado de fotografiar al diseñador con las modelos Karen Elson y Stella Tenant.
Por cierto, se rumorea por toda la red que Tom Ford podría ser el próximo diseñador en colaborar con la cadena sueca H&M tras el éxito de Alber Elbaz. Sin embargo, ¿tiene algún sentido que Ford apueste por la exclusividad más absoluta presentando su colección a un reducido grupo - el lujo de sentirse único-, y que por otra parte se lance a la democratización de la moda facilitando sus diseños a las masas sin ningún pudor?No sé si eso puede compaginarse de agún modo, a mi se me antoja contradictorio,
¿Qué pensáis vosotros?