Lactancia Materna a Demanda

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lactancia materna es la forma natural y más saludable de alimentar a los bebés. Hasta ahí estamos de acuerdo,  la naturaleza es sabia. Pero ¿por qué surgen tantas dudas, interrogantes y problemas para poder llevarlo a cabo satisfactoriamente en algunos casos? Vamos a reflexionar sobre ello, ¿tú qué opinas?

Hola supermamis!

Hoy he decidido que me voy a meter en un jardín, a tirarme a la piscina sin agua, a echarme a los leones, … como queráis llamarlo… hoy voy a hablar de un tema que genera dudas y controversia y con el cual sé que generaré debates y discusiones con las cosas que voy a decir.

Ante todo dejar claro que lo que aquí plasmo son opiniones personales basadas en mi experiencia, quiero recalcarlo una vez más para que nadie se lleve a confusiones.

Pues no os mantengo con la incertidumbre y os digo hoy voy a hablar de la lactancia materna a demanda. Tachaaaaaaánnn!!!!!

Es un hecho que a mí me parecía el más sencillo del mundo antes de conocer su complejidad. Yo pensaba: “ que al bebé le toca comer, pues mamá lleva la comida incorporada!!! Qué fácil, sencillo y práctico!!!” Entonces, ¿por qué hay tantas madres que necesitan apoyo a la lactancia y tienen tantas dudas de cuando, cómo y cuánto?¿Por qué cada vez son más conocidos los famosos grupos de lactancia, las ligas de la leche, etc…? Pues efectivamente, porque no es tan sencillo o porque nosotras no lo hacemos tan sencillo o porque surgen complicaciones (como mastitis o grietas) o porque surgen millones de dudas que hacen que nos cuestionemos si estamos alimentando bien a nuestro bebé.

Hoy voy a intentar resolver algunas de esas dudas, pero obviamente no me voy a meter en el campo más médico como puede ser el caso de la aparición de grietas o mastitis. En esos casos debéis consultar con el especialista que valore vuestro caso en particular.

Muchas veces la lactancia materna fracasa por un mal asesoramiento hacia la madre, y lo que en un principio tiene que ser el momento más bonito e íntimo entre mami e hijo, se convierte en un sufrimiento para los dos.

Lo primero de todo, ¿en qué consiste la lactancia materna “a demanda”? Pues como su propio

nombre indica es darle de comer al bebé cada vez que éste lo demande. Este tiempo oscila en cada bebé. Lo normal suelen ser cada dos horas y media, tres. Hay periodos en los que el bebé puede pedir con más frecuencia porque adecue su alimentación al crecimiento, o porque tenga más sed en verano, o porque simplemente tenga más hambre (igual que nosotros hay días que tenemos hambre más pronto que otros). Bien, hasta aquí todo claro.

Pero, ¿qué entendemos por “demanda”? En consulta se ve muy a menudo el caso de la mamá que en cuanto su bebé abre la boca ya se está preparando para darle de comer al bebé.

Cuando le pregunto cuánto tiempo hace que ha comido te dice que una hora. Algo empieza a no cuadrarme. Y,¿te ha hecho la toma bien? Le pregunto. Sí sí, 15 minutos de cada pecho. Me los ha vaciado. Entonces, la cosa termina por no cuadrarme. Es entonces cuando le planteo a la mamá que vamos a esperar un poquito a darle de comer, que vamos a seguir con el tratamiento que le estemos haciendo y vemos a ver qué pasa. Muchas mamás me ponen mala cara cuando les planteo esto, pero la cambian cuando ven que su bebé se queda plácidamente dormido al cabo de unos minutos.

¿Por qué cuento esto? Porque como ya vengo diciendo en todas las entradas, tenemos que aprender a interpretar el llanto de nuestro bebé. No siempre llora por hambre, al igual que no siempre llora por sufrimiento. Los bebés lloran por mil razones. Se están acostumbrando al nuevo medio y hay que dejarles que se expresen.

Yo estoy a favor de la lactancia a demanda. Pero hay que tener claro que lo que está demandando el bebé es comida. Por supuesto que el bebé va a mamar si le ofrecemos, pero si no mama con hambre no va a hacer una toma “normal y completa” y os va a descontrolar las tomas a partir de ahí.

Por lo tanto, intentad calmar a vuestro bebé si creéis que ha pasado poco tiempo entre una toma y otra (siempre que la última toma haya sido “buena”) y veréis como os sorprendéis al calmar a vuestro bebé sin tener que ofrecerle el pecho. Es posible que os lleven a confusión gestos que hace como llevarse las manos a la boca o buscar con la boca abierta, pero tened en cuenta que desde que nacen, el mamar les supone un consuelo y muchas veces es lo que buscan, no alimento.

Aquí se plantea otro debate, pues muchas madres deciden que si el niño busca consuelo y lo

encuentra en su pecho, ¿por qué no dárselo? No voy a entrar a valorar esto, ya que son decisiones personales que cada madre tiene que tomar. En este blog doy consejos y cuento experiencias para las mamis que tengáis dudas o incertidumbres acerca de cómo interpretar un llanto o enfrentaros a una situación determinada. Pero si como mamis tenéis una idea clara acerca de un comportamiento de vuestro bebé y tenéis clara la solución que le queréis dar a ese comportamiento y lo más importante de todo, esa solución os funciona, no lo modifiquéis, este blog no tiene esa finalidad.

¿Cuánto debe durar una toma? Aquí no hay consenso y en consulta he oído casi de todo lo que se le puede decir a una madre. Hay muchas corrientes y cada una es muy diferente e incluso defienden extremos opuestos en cuanto a la lactancia. No voy a poner ejemplos, ya que mirando un poco por internet confirmaréis lo que os digo. Lo normal es que un bebé tome de un pecho y lo vacíe completamente. El bebé sacará la lengua cuando termine y girará la cabeza. Además, la madre notará el pecho “vacío” (aunque si apretamos seguirá saliendo leche, pero no tiene nada que ver). En este momento le ofrecemos el otro pecho al bebé. Si no lo quiere no pasa nada. Si lo quiere, seguimos con la toma hasta que vuelva a sacar la lengua y gire la cabeza, momento en el que daremos la toma por concluida. El tiempo completo no debería superar los 40 minutos.

No hay que quitar a un bebé que no ha terminado un pecho para ponerle en el otro ya que la composición de la leche a lo largo de la toma varía, siendo más rica en grasa al final de la toma. Si quitamos a nuestro bebé antes de tiempo sin que él lo requiera, le estaremos impidiendo que tome leche rica en grasa, fundamental para que coja peso.

¿Cómo sé que mi bebé se alimenta bien? Porque coge peso. Un bebé que coge entre 100-150 gr a la semana es un bebé bien alimentado que no pasa hambre. Aquí el problema viene cuando nuestro bebé llora después de comer. Muchas mamis piensan que su bebé se queda con hambre y le dan un suplemento con leche de fórmula (biberón). Ya sabéis que el llanto después de la toma se puede deber a retortijones o a que tiene sueño. Mi opinión personal es que si el bebé coge peso bien semana a semana, vuestra leche es de calidad y le está aportando los suficientes nutrientes sin que sea necesario sobrealimentar al bebé. Así que no os preocupéis. De todas formas, consultad con vuestro especialista que será quien mejor os asesore.

Un saludo y a seguir siendo súper mamis

Irene B. Sánchez

Fisioterapeuta y Osteópata