Su puesta en escena ha sido tan espectacular que ha conseguido que las famosas y mujeres pertenecientes a la alta sociedad francesa, se hayan convertido en casi “ladronas de guante blanco”, ya que las fieles seguidoras de la firma no quisieron irse sin un producto fetiche del espectacular escenario del desfile para la próxima temporada otoño Invierno 2014/15.
Karl Lagerfeld ha vuelto a conseguir dar la nota y que el escenario supere en protagonismo a sus propios diseños. Cajas de cereales con el nombre de la creadora de la firma, carritos de la compra confeccionados en tweed o botellas de tweed-refrescos customizados al más puro estilo Chanel Shopping Center, nombre con el que ha dado vida a sus nuevas propuestas. Según el creador, con esta revolucionaria propuesta ha querido mostrar a todo el mundo el lugar real donde hoy encontramos la alta costura. Sin embargo la couture de alto standing parece haber cambiado de signo para Lagerfeld. Nunca unos diseños de la ‘maison del clasicismo’ por excelencia fueron tan outsider.
Chandals de colores hechos girones, sneakers fluorescentes, abrigos oversize en los que la silueta globo es la protagonista, faldas tubo en lana multicolor o conjuntos dos piezas de tweed rebajados con zapatillas de gimnasio… Chanel se baja de las alturas y transgrede como ya lo hiciera hace varias temporadas la firma YSL de manos de Slimane.
Las modelos incluída Cara Delevingne, que desfilaron por las diferentes secciones del ‘Coco-Market’, ya no son las maniquíes de altos vuelos, peinadas y maquilladas al estilo años 30. Rastas-tweed de colores en sencillas coletas y un maquillaje “extra nude”, baja de las alturas a Chanel para poner su estilo a la altura de la mujer de a pie.
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