Revista Cultura y Ocio
Título: Lágrimas en la lluvia
Autor: Rosa MonteroEditorial: Seix Barral (marzo 2011)Año de publicación: 2011Páginas: 477
Precio: 20 euros
En los últimos años no he sido muy aficionada a la literatura española, lo reconozco, y mucho menos a la actual. He leído gran parte de los clásicos de nuestra literatura, y con los años he ido picoteando a autores actuales con resultados desiguales, pero con un denominador común: no me emocionan. Cuando leo un libro quiero que me haga viajar, que me enseñe cosas nuevas, quizá por eso me guste tanto la literatura extranjera, para que me hablen de cosas que puedo ver todos los días no me hace falta abrir un libro. Por eso, aunque Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero no me haya parecido un libro excepcional, si que me ha sorprendido para bien. No esperaba para nada una historia de ciencia ficción tan bien construida ni la originalidad de muchas partes de la novela. María del blog De todo un poco me había recomendado esta novela, que tuve que dejar escapar una vez en la biblioteca, así que, la segunda vez que lo vi, no dudé en traérmelo a casa, especialmente teniendo en cuenta que se trata de una novedad muy reciente y que estas vuelan.
Lágrimas en la lluvia se sitúa en Madrid, pero en el Madrid de los Estados Unidos de la Tierra del año 2190. Nos encontramos en un mundo futurista donde se han logrado grandes avances como la teletransportación, la conquista y asentamiento en otros lugares del espacio, el contacto con seres extraterrestres, la creación de una vida mucho más cómoda totalmente robotizada, y de androides casi humanos. Sin embargo, esos avances se ven nublados por una gran cantidad de cosas negativas como el calentamiento del planeta que provoca inesperados fríos polares, la contaminación del aire respirable que ahora es de pago, la desaparición de muchas especies animales, las continuas guerras y enfrentamientos, y unas enormes desigualdades entre los ciudadanos que lo tienen todo y los que no tienen nada. Nuestra protagonista es Bruna Husky una androide o replicante que trabaja como detective y tiene que averiguar por qué un gran número de replicantes parecen estar volviéndose locos en una oleada de asesinatos y suicidios descontrolados. Detrás de todo ello parece que hay una conspiración que está llegando incluso al archivo central de documentación donde una mano invisible está modificando la historia de la humanidad y señalando a los androides como el origen de todos los males.
La historia es trepidante a más no poder, los capítulos son breves y están llenos de acción, así que no tenemos más remedio que seguir leyendo para no quedarnos con la tensión de qué será lo próximo que suceda. Lo mejor de todo, sin duda, la ambientación en un Madrid futurista pero reconocible con una "varias veces reelegida y casi eterna presidenta de la Región, Inmaculada Cruz" (lo que me he reído con esto); unos Nuevos Ministerios llenos de marginalidad, prostitución y puntos de venta de droga; un parque del Retiro convertido en pulmón artificial de la ciudad; o un Reina Sofía que deja su función de museo y vuelve a ser un hospital, por poner unos ejemplos. El libro cuida a más no poder los detalles, me han gustado especialmente los extraterrestres Maio y Bartolo, el primero con una extremada sensibilidad a pesar de su extraño aspecto exterior; y el segundo, denominado tragón porque no puede parar de roer todo lo que encuentra a su paso. En medio de la historia, la autora intercala extractos del archivo central con los que vamos aprendiendo un poco más de este mundo del futuro. También sabremos qué les pasó a los osos polares y el por qué de esa increíble portada (y también el por qué de la foto que he hecho).
Sin embargo, el libro, a pesar de toda su originalidad en detalles, falla en lo más importante, en la trama principal. Lo que comienza siendo un homenaje a la fantástica película Blade Runner de Ridley Scott tanto en el título de la novela como en llamar a los androides replicantes, acaba yéndosele de las manos a Rosa Montero, y son demasiados los parecidos. Los replicantes tienen una fecha de caducidad, al igual que en la película y no quieren morir; existen unos aparatos que pueden determinar al observar la retina del ojo si el replicante miente o no (aunque en el libro se dice que esto no funciona y en la peli eran para determinar si se es replicante o no); incluso aparece un personaje físicamente idéntico al de Daryl Hannah en la película. Otro "parecido" que he encontrado es lo mucho que me ha recordado la protagonista, Bruna, a otra célebre detective, a Lisbeth Salander de la saga Milleniun de Stieg Larsson, ambas son mujeres duras y antisociales que no quieren comprometerse con sus parejas para no sentir dolor, pero en el fondo están deseando que las amen. No soy muy apasionada de las novelas policíacas, y me parece que los temas que se abordan podrían haber sido más interesantes con otro tipo de trama principal. De hecho, en los tramos de la investigación de Bruna estaba continuamente deseando que saliesen más extractos del archivo o explicaciones sobre el nuevo mundo y los desastres que estaba provocando. Creo que al final el libro se queda en eso, mucho ruido y pocas nueces, un libro entretenido y lleno de acción en el que asoman tímidamente algunos temas controvertidos como el cambio climático, la contaminación, la deshumanización, el mal uso de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación, pero en los que la autora no termina de ahondar. Aún así os recomiendo que leáis este libro, muy entretenido y con algunas reflexiones interesantes de hacia dónde está encaminándose nuestro mundo.