Aunque no tan eficientes como los diodos emisores de luz convencionales (LEDs), los diodos orgánicos emisores de luz (OLEDs) cuentan con una serie de ventajas, entre las que figura el ser aplicables sobre superficies flexibles, de modo que sea factible obtener lámparas o pantallas de televisión que se puedan enrollar y guardar en el bolsillo.
Una prometedora línea de investigación se basa en la combinación de los OLEDs con puntos cuánticos inorgánicos, diminutos cristales semiconductores que emiten luz de diferentes colores en función de su tamaño. Estos OLEDs "híbridos", llamados también LEDs con puntos cuánticos, o QD-LEDs, incrementan la eficiencia de los dispositivos emisores de luz y también la gama de colores que pueden producir. Sin embargo, la fabricación de esta tecnología, respetuosa con el medio ambiente, ha venido siendo difícil y costosa, lo que ha impedido su producción comercial. A fin de poder producir OLEDs con mayor facilidad y menor costo, unos investigadores de la Universidad de Louisville en Kentucky, Estados Unidos, están desarrollando nuevos materiales y métodos de producción. Hasta ahora, el alto costo de los materiales y de los procesos de fabricación ha sido un gran obstáculo para el uso de OLEDs en dispositivos de iluminación cotidianos. Pero esa situación parece que ahora va a cambiar drásticamente. Para aplicar a bajo costo los puntos cuánticos a sus dispositivos híbridos, el equipo de la profesora Delaina Amos usa impresoras de chorro de tinta como herramienta con la que rociar de manera muy precisa una superficie con los puntos cuánticos y los materiales de los que están hechos los OLEDs. Sin embargo, a diferencia de otros grupos que experimentan con esta estrategia, el equipo de Amos se ha centrado en desarrollar una técnica de bajo costo, que permite que la producción en masa reduzca los costes y haga viable comercializar el producto final.
El objetivo es desarrollar QD-LEDs que se puedan vender en cualquier tienda de iluminación o de electrodomésticos. Para tal fin, el equipo de Amos ha sintetizado puntos cuánticos más respetuosos con el medio ambiente y menos caros. Ella y sus colaboradores han modificado también las superficies de contacto entre los puntos cuánticos y otras capas del OLED para mejorar la eficiencia con la que los electrones son transferidos, permitiéndoles producir luz visible más eficientemente. Además de su mayor eficacia, su mayor gama de colores, y el poder ser aplicados a superficies flexibles, los QD-LEDs de Amos también utilizan materiales de baja toxicidad, haciéndolos potencialmente mejores para el medio ambiente. Los últimos avances logrados con esta prometedora gama de OLEDs con puntos cuánticos se han presentado en la última edición del congreso CLEO (Conference on Lasers and Electro-Optics), un congreso de larga trayectoria histórica, ya que, entre otras cosas, fue aquí donde en su día la tecnología láser fue presentada públicamente por primera vez. El CLEO ha contado con el respaldo de la Sociedad Óptica Estadounidense (OSA), una organización fundada en Estados Unidos en 1916, con sede en Washington, D.C., y que reúne a unos 17.000 científicos, ingenieros, y demás profesionales de la óptica y la fotónica de más de 100 naciones. Aproximadamente el 52 por ciento de los miembros de esta sociedad reside fuera de Estados Unidos. Via