Landmine goes click (Levan Bakhia, 2015. Georgia): una película bastante interesante y sádica, que empieza siendo una cosa hitchcockina, casi kafkiana o de cámara, para acabar dentro de los parámetros del muy conocido terreno del film de venganza, todo ello rodado con cierta contundencia. Tres jóvenes estadounidenses hacen senderismo por las cumbres georgianas. Pronto uno de los tres pisará una mina antipersonas, sin explotar, con lo que se ve obligado a quedarse parado, y algo romperá el buen rollo entre los amigos. Lo que seguirá será un ejercicio de tensión resuelto con cierto vigor y de una forma sobradamente conocida pero a la vez estimulante. Nada conocido por estos lares. Una pena.