Apenas 4 puntos en las primeras 5 fechas no parecían un buen augurio. La inexperiencia de su técnico, las oportunidades perdidas en otras ocasiones, todos factores que jugaban en contra. Sin embargo, de a poquito el equipo fue mejorando, los resultados empezaron a llegar y la realidad cambió por completo. Con su victoria de esta noche por 2-0 como visitante ante Independiente, Lanús trepó al cuarto lugar de la tabla y, aprovechando el empate de Newell´s, quedó a solo 4 unidades del líder.
Pocos lo sabían en ese momento, pero el destino del partido se decidió a los 7 minutos de juego. Un Independiente cansado, con el dilema de apostar a la Copa Sudamericana o cuidar el cuerpo para el torneo local, sufrió la lesión de Claudio Morel Rodríguez. Esto obligó a Américo Gallego a improvisar: tuvo que correr a Julián Velázquez al lateral derecho, a Gabriel Vallés a la banda izquierda, y debió hacer ingresar a Cristian Tula, quien había salido del once titular por bajo rendimiento y no tardó en demostrar que esa decisión era acertada.
A los 38 minutos de la primera parte, cuando el granate ya había demostrado su superioridad en el manejo de la pelota y en la peligrosidad de las chances generadas, el exdefensor de Ferro, River y San Lorenzo entre otros se confió más de lo debido, fue anticipado por el uruguayo Mario Regueiro (¿con infracción?) y Silvio Romero aprovechó el descuido para gambetear a Hilario Navarro y anotar el más que merecido 1-0.
En el segundo tiempo el local salió a atacar con mayor decisión. Claro que mayor decisión no implica mayor efectividad, y con el ya mencionado problema de la defensa improvisada, las dificultades para el retroceso comenzaron a hacerse notorias y los espacios empezaron a aparecer. Una tras otra se fueron acumulando las chances claras de gol para los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, y solamente la impericia de Regueiro y –principalmente– de Guido Pizarro para definir mantuvo en suspenso el resultado.
Hasta que a 10 minutos del cierre, cuando ya Independiente jugaba con un hombre menos debido a la desafortunada lesión del debutante Buter cuando ya no quedaban más cambios, el recientemente ingresado Gonzalo Castillejos armó una linda combinación con Regueiro y la terminó empujando el balón a la red para poner el 2-0 y sentenciar la historia. Cuarto triunfo consecutivo para Lanús, primera derrota tras tres éxitos en fila para su vencido, que no logra salir de la zona de descenso.
Tiene una solidez defensiva que muchos le envidian, con solo 7 goles en contra y un único rival hasta ahora capaz de anotarle por duplicado (All Boys). Tiene un caudal futbolístico poco frecuente en estos tiempos de vacas flacas (Pereyra, Regueiro, Valeri cuando entra) y hasta los que tienen como misión principal raspar (Fritzler y Pizarro) saben con la pelota. Tiene a continuación dos partidos seguidos como local, aparentemente accesibles, ante Tigre y San Martín. Tiene derecho a ilusionarse…