Reconozco que decidí darle un poco de bola al nuevo disco de Arctic Monkeys cuando leí la palabraProgresivo en algún comentario, incluso sabiendo que la mayoría tira esa palabrita a la bartola sin tener mayor idea de lo que se trata.
Pero los comunicados oficiales hablan de explorar nuevos terrenos y subir la apuesta, y según parece estuvieron a punto de lanzarlo con la firma del cantante Alex Turner antes de decidirse a publicarlo como el nuevo album del grupo.
Si la discográfica avisó a los fans que a diferencia del entrador AM habrá que escuchar Tranquility unas diez veces para coparse, en mi caso es al revés: Ya lo escuché mas de diez veces... ¡Pero porque me gustó de entrada!
En lugar de los riff de guitarra del disco anterior, acá aparece el piano mas al frente con un resultado elegante, que puede remitir a Roxy Music, y por que no a Peter Hammill.
Diría que mas que Prog lo encuentro maduro y sofisticado, aunque la voz de Turner no deja de recordarme a Roine Stolt de los Flowers Kings, salvo en el tema final Ultracheese, donde aparece la influencia de John Lennon a full.
Disco recomendadísimo no solo para el seguidor de Arctic Monkeys, sino también -o especialmente- para quienes (como yo) son algo reacios a prestarle atención a bandas con menos de veinte años de trayectoria.