Estas son las 20 verdades de nuestra sociedad. Cada uno sabrá si ha contribuido o no a que así sea, yo creo que todos somo parte activa:
- La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que quiere y defiende un sólo interés: el suyo propio.
- Todo lo que hacen nuestros gobernantes es esencialmente popular, desde su punto de vista, ya que al pueblo no se le consulta para nada.
- El gobernante de turno trabaja para su partido. La oposición es sólo una figura que espera su turno para estar en el poder.
- No existe para el gobierno más que una sola clase de hombres: los dueños del capital.
- En este país el trabajo es un derecho que crea la dignidad del hombre y es un deber, porque es justo que cada uno produzca por lo menos lo que consume. Por eso los que no trabajan no tienen derecho a consumir nada.
- Un ciudadano de bien es aquel que vela en primer lugar por sus intereses y los de su familia.
- Ningún ciudadano debe sentirse menos de lo que es, ni más de lo que debe ser. Cuando un ciudadano comienza a sentirse menos de lo que es, empieza a ser una carga para la sociedad.
- En la acción política la escala de valores de todo ciudadano es la siguiente: primero su familia y amigos, después su partido político y luego la patria.
- La política es para nuestros mandatarios un fin, lo demás vendrá por añadidura.
- Nuestro sistema político tiene dos hijos adoptivos que son la Justicia Social y la Ayuda Social. Con ellos damos al Pueblo un abrazo de justicia y de amor para que el mundo nos vea con buenos ojos.
- Nuestro sistema político anhela el consenso nacional y espera que el pueblo lo acepte sin discusión.
- Confiamos en que nuestros jóvenes sean capaces de afrontar los retos del futuro sin mayores ayudas del estado.
- Un gobierno sin doctrina es un cuerpo sin alma. Por eso nuestros gobernantes tienen su propia doctrina política, económica y social: "El confusionismo" (un pueblo confundido es más fácil de gobernar).
- La política implica una filosofía de vida simple, práctica, popular, pero sin renunciar nunca a las comodidades propias de los mandatarios reales.
- Como doctrina política, nuestros gobernantes buscan el equilibrio entre los derechos de los ricos y su acceso al poder.
- Como doctrina económica, ponen el capital al servicio de la economía y ésta al servicio de los empresarios y banqueros que en última son los que sustentan la sociedad.
- Como doctrina social, se da al bien común el peso justo para que no interfiera en el proceso de desarrollo del capital privado.
- Nuestros líderes políticos quieren un país económicamente estable aunque la riqueza esté en unas pocas manos, se tenga que depender políticamente de otros estados más influyentes y aunque se tenga que sacrificar el bienestar social.
- Un estado organizado y un pueblo libre no deben interferir en el libre florecimiento del capital privado para que este llegue a dominar todos los estamentos de la sociedad.
- En esta tierra lo mejor que tenemos es la clase gobernante junto con los empresarios y banqueros en cuyos hombros se sustenta todo el peso de nuestra sociedad.