Las 5 mejores películas (para mi) en las que uno de los protagonistas tiene un amigo imaginario.

Quién en su niñez no ha tenido un amigo o compañero imaginario... Bueno, ahora que lo pienso, yo, personalemente, no recuerdo haberlo tenido...Sea como fuere, el caso es que médica y psicológicamente está aceptado que un niño tenga un amigo imaginario por el canalice sus sentimientos, le ayude a expresar aquello de lo que no se siente capaz o bien que aparezca para suplir alguna carencia en su vida diaria.Cuando uno crece y sigue teniendo ese amigo imaginario, la cosa empeora y puede llegar a ser peligroso, no me lo van a negar analizando las películas que les voy a citar a continuación.Aquí les dejo la lista de las cinco mejores películas (para mi y sin ningún orden en particula) que tratan sobre el tema de los amigos imaginarios (principalmente en la época adulta).¿Y sus amigos imaginarios qué opinan?
- Donnie Darko: Brillante Opera Prima de Richard Kelly en la que se dan cita paradojas temporales, existencialismo, conejos imaginarios, esquizofrenia paranoide y que nos deja imágenes brillantes y geniales como esa en las que Donnie ve cómo del pecho de la gente salen flechas, como vectores, que señalan el camino que van a seguir. Una genialidad de culto.
-The Shining: Poco se puede decir de esta inquietante película de Kubrick que no se haya dicho ya. Una de las más conocidas representaciones de la esquizofrenia. Noches de insomnio he pasado yo después de ver tan solo el anuncio en televisión de la película. Esas gemelas...
 -The Fight Club: Nada que añadir a lo que ya dijera AQUI.
- The Machinist: Interpretación magistral e inconmensurable de un Christian Bale que se entrega a su personaje con los brazos abiertos y hace creíble esta historia oscura y sucia que gira en torno a la culpa y al remordimiento.
-Harvey: Irreverente alegoría de la libertad personal y el triunfo (momentaneo) de la propia independencia de la conciencia del individuo. Una delirante comedia que se erige en una deliciosa y poética película.  Y ahora una confesión. En realidad yo no existo, sino que soy una simple proyección de la atormentada mente de mi creador... pero no se lo digan a él, no vaya a ser que empeore y tengan que volver  a encerrarle entre esas paredes acolchadas que tanta angustia le producen...