(FLASHBACK ENERO 2010) Autor: Sam Walton. Hoy más que hablar de mi visión de la vida y de sus alrededores -que os puede interesar más o menos en razón a si lo que escribo concuerda o no con vuestra forma de sentir- quería recuperar una de esas frases que forman parte de la esencia del blog; palabras capaces de hacernos pensar que podemos lograr cualquier propósito bien fundado y tenazmente perseguido.
Como siempre, me encargo de recordar que no quiero que penséis en que mi postura es la defensa de lo sobrenatural o de aquello que prescinde de toda lógica. Más bien al contrario, soy bastante racional y aunque si que crea en que hay cosas que nos ocurren que no podemos explicar estrictamente desde la razón, generalmente todo tiene una explicación nada mística o espiritual.
Dicho esto, que siempre es bueno subrayarlo, hoy vamos a hablar de expectativas. Empecemos por definir el término expectativa:. 1. Esperanza de realizar o conseguir algo. 2. f. Posibilidad razonable de que algo suceda. 3. f. Posibilidad de conseguir un derecho, una herencia, un empleo u otra cosa, al ocurrir un suceso que se prevé. Tres definiciones del concepto y cualquiera de ellas nos puede servir.
Lo primero que deberías conocer es qué expectativas tienes. Por ejemplo; ¿Qué te has planteado conseguir en un próximo horizonte que contribuya a mejorar tu vida personal o laboral? ¿Te has marcado algún objetivo para este año? ¿Un mejor trabajo, un aumento de sueldo, un viaje soñado, una nueva relación, algo nuevo que aprender, un nuevo rumbo... ? Bien, pues esa es la primera piedra. Podemos ir por la vida - que podemos- dando tumbos e improvisando ante lo que vaya saliendo o podemos ser más avispados y plantearnos una meta precisa que alcanzar. Saber que tenemos que luchar por algo específico, nos ayudará a no dilapidar esfuerzos y a planificar lo que tenemos que hacer para conseguirlo.
Ahora vamos con el tamaño. Piensa sobre tu objetivo y no te importe picar alto. No te de pudor ni te avergüences de intentar llegar hasta la última planta del edificio más alto que quieras construir. Deja los pisos bajos a los que no se atreven. Nosotros (los que estamos por aquí) en el ascensor y hacia arriba y lo más arriba que podamos, porque cuanto más alto coloquemos nuestra aspiración, más deberemos esforzarnos y más lejos llegaremos.
Y te dejo para el final dos frases de uno de los más grandes deportistas de la historia y un competidor fuera de serie como fue Michael Jordan: "Tienes que crear expectativas de lo que eres capaz antes de hacer las cosas" o "Nunca he pensado en las consecuencias de fallar un lanzamiento importante. Cuando piensas acerca de las consecuencias, siempre sueles pensar en los resultados negativos". Parece que no le fue del todo mal pensar de esta manera.
Reflexión fnal: No te conformes con vivir a ras de suelo si sientes el anhelo de volar. ¿Te atreves con el cielo?