En el Museo de Bellas Artes de Orleáns se encuentran varias cosas de interés, entre ellas esta pintura anónima que representa Le triumphe de´Henry IV. El cuadro pertenece a la escuela de Fontainebleau y su ejecución se data en 1610.
A Enrique de Navarra se le conoce más en España por su Paris vaut bien une messe que por su indudable habilidad como gobernante.
El carro triunfal era muy habitual en las exhibiciones festivas. En las grandes ocasiones se hacían desfiles donde no faltaban representaciones alegóricas laudatorias con el gobernante. Al soberano se le supone virtuoso y sabio.
Enrique es acompañado en el carro por las siete virtudes y a un lado del cortejo se ven las siete Artes Liberales: la Aritmética con tablilla, la Astronomía levanta la esfera armilar, y en primer plano la Geometría con globo y compás.
La gran sensualidad de las Artes no pasó desapercibida en tiempos pacatos: la pintura fue censurada y sus desnudos se cubrieron. La restauración de 1954 devolvió al Triunfo toda su alegría y desinhibición. Es una pena que tal explosión de vitalidad se haga con un carro que va aplastando cruelmente los cuerpos de pretendidos enemigos.

