La OMS advierte que las bebidas energéticas están mal reguladas y su consumo en exceso podría tener consecuencias en la salud de los niños, los expertos de OMS Europe explican que se trata de un problema de salud importante, ya que este tipo de bebidas son demasiado consumidas por niños y jóvenes, la publicidad está siendo agresivamente dirigida hacia estos grupos de la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud considera que niños y jóvenes pueden ser más susceptibles a los efectos potencialmente nocivos de la intoxicación por cafeína, una de estas bebidas energéticas puede contener tanta cafeína como una taza de café, pero a diferencia del café, se consume más rápido y en más cantidad, lo que incrementa el riesgo de intoxicación por cafeína. El problema es que las regulaciones no limitan la venta de estas bebidas sin alcohol a los menores, la OMS quiere que esto se modifique y se apliquen regulaciones para limitar el consumo.
Según una revisión sobre las evidencias científicas, existen motivos de preocupación sobre los posibles efectos adversos para la salud que pueden causar las bebidas energéticas, actualmente uno de cada cinco niños y dos de cada tres adolescentes toman bebidas energéticas en Europa, según los expertos, el 43% de la cafeína que consumen niños y adolescentes proviene de este tipo de bebidas, así lo determinaba un análisis (Pdf) realizado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) el año pasado. En este estudio también se ofrecen otros datos como que el 70% de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años consumen las bebidas energéticas mezcladas con alcohol, por lo que las consecuencias para la salud podrían ser mucho más graves.
Centrándonos en la infancia y adolescencia, teniendo en cuenta que las bebidas energéticas se han llegado a relacionar con algunas muertes durante los últimos años a causa del abuso y el exceso de cafeína, provocando la alteración del ritmo cardíaco y afectando especialmente a quienes tenían una condición cardíaca subyacente (una enfermedad no diagnosticada), hay que añadir que la intoxicación por cafeína puede provocar además un incremento de la presión arterial, convulsiones y en casos muy concretos incluso psicosis, por ello es necesario regular este tipo de bebidas limitando su venta y consumo.
Lo cierto es que el mercado de las bebidas energéticas crece imparable debido al incremento de la demanda, según las estadísticas realizadas en el Reino Unido, se ha pasado de consumir 375 millones de litros en el año 2010, a los actuales 500 millones de litros de bebidas energéticas, es un crecimiento significativo y algo similar ocurre en el resto de países europeos. Los investigadores de la OMS recomiendan sobre todo aplicar un mayor control y restricción, así como limitar la cantidad de cafeína que contiene este tipo de bebidas a fin de proteger la salud de niños y jóvenes, de hecho, se deberían aplicar regulaciones similares a las aplicadas en las bebidas alcohólicas o en el tabaco.
Según la OMS, si no se adoptan estas medidas, existe un potencial problema de salud pública en el futuro, al respecto os recomendamos leer el estudio que se ha publicado en la revista Frontiers in Public Health. Sin embargo, la industria de la bebida asegura que este tipo de bebidas son completamente seguras y están debidamente aprobadas. Qué van a decir, no van a hablar mal de sus productos. Aplicar el principio de precaución es lo coherente y correcto, sobre todo cuando no existe consenso sobre el tema, por otro lado nos proporciona mayor credibilidad la OMS, organización que trabaja en favor de la salud de los consumidores, que la que nos proporciona la industria, cuyos objetivos principales son las ventas y los beneficios.
Foto | Matteo Paciotti | Photography
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Las bebidas energéticas están mal reguladas y pueden afectar a la salud de los niños