El término irregular es un recurrente en las críticas cinematográficas, pero pocas veces es tan acertado usarlo como en el caso de Las brujas de Zugarramurdi. El nuevo trabajo de Alex de la Iglesia tiene un inicio frenético y divertidísimo que conduce a un desarrollo taciturno para terminar en un desenlace aburrido y decepcionante. El director bilbaíno ha firmado a lo largo de su carrera películas malas (Crimen ferpecto, Los crímenes de Oxford) y otras correctas (Acción mutante), pero nunca había demostrado tanta brillantez para eclipsarla con un desasosegante final.
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Lo mejor: El robo en Sol inicial
Lo peor: Lo excesivo de la propuesta causa soporNota: 6El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Para leer el contenido entero entra aquí.