El universo tiene tantas galaxias, estrellas, planetas y lunas que muchos científicos creen que los extraterrestres pueden vivir dentro de un radio detectable desde la Tierra. Sin embargo, las búsquedas humanas de inteligencia extraterrestre aún no han detectado señales alienígenas o “marcadores tecnológicos”.
Un nuevo estudio sugiere que hasta ahora sólo hemos explorado el 0,000000000000000000058% buscando una “aguja” alienígena en un “pajar cósmico”. Pero no hay garantía de que las búsquedas exhaustivas puedan rastrear a los extraterrestres.
El cosmos grita la posibilidad de vida alienígena inteligente
Cientos de miles de millones de galaxias a la deriva a través del universo visible, cada una de las cuales alberga cientos de miles de millones de estrellas, cada una de las cuales a su vez está rodeada por un puñado de planetas. Incluso si los miles de miles de millones de planetas en cada galaxia no son habitables, las incontables lunas ricas en agua que orbitan alrededor de estos mundos sin vida podrían serlo.
Sin embargo, a pesar de estos números, los humanos aún no han identificado ninguna señal de inteligencia extraterrestre. La pregunta premonitoria que el físico Enrico Fermi planteó en 1950 – “¿Dónde están todos?” – se deja sin respuesta.
Sin embargo, un estudio de The Astronomical Journal, que nos llegó gracias a la revista MIT Technology Review, sugiere que la humanidad apenas ha explorado los cielos, así que no hay razón para ser escépticos.
Según el estudio, todas las búsquedas de inteligencia extraterrestre, Seti (Search for Extra-Terrestrial Intelligence), apenas han examinado el equivalente a una piscina dentro de un océano cifrado de espacio de señal.
“No hemos mirado mucho”, dijo Shubham Kanodia, un reciente graduado en astronomía y coautor del estudio, en un seminario de la NASA sobre “marcadores tecnológicos“, celebrado el 26 de septiembre.
El estudio sugiere que en algún lugar de este océano del espacio -ahora mismo dentro de la Vía Láctea- extraterrestres estarían diciendo: “Hola, estamos aquí”. Pero no tendremos forma de saberlo, al menos aún no.
Necesitamos definir dónde y cómo mirar
Durante los últimos 60 años, muchos proyectos de Silk han buscado, y continúan buscando, señales alienígenas. Algunos monitorean amplias franjas de cielo en busca de señales poderosas, mientras que otros apuntan a sistemas estelares individuales en busca de señales más débiles.
Pero aparte de unas pocas señales anómalas que nunca se han repetido (como un “¡Wow!” en 1977), estas investigaciones terminaron con un agujero en el agua.
Kanodia y sus compañeros de la Universidad Estatal de Pensilvania querían saber cuánto de este “pajar cósmico” figurativo había sido cubierto por los proyectos Seti y hasta qué punto se podía mejorar la investigación de la “aguja” alienígena.
El grupo está de acuerdo con la conocida astróloga Seti Jill Tarter, quien dijo en 2010 que era una tontería concluir que no hay extraterrestres inteligentes en las cercanías sólo porque todavía no hemos visto sus faros. Incluso si tales señales existían y apuntaban a la tierra, dices, hemos analizado tan poco del cielo y es posible que hayamos buscado el tipo equivocado de señal, o por muy poco tiempo, para encontrarlas.
“Suponga que le digo que hay un buen evento en Houston”, dijo Kanodia durante su discurso en la NASA. “No te digo dónde, cuándo o qué. ¿Está en una librería? ¿Es un concierto? No te voy a dar ninguna pista. Sería difícil tratar de encontrarlo”.
Y añadió: “Houston, tenemos un problema. No sabemos lo que estamos buscando…. y no sabemos por dónde empezar.”
En su estudio, Kanodia y sus compañeros construyeron un modelo matemático de lo que consideran un pajar cósmico de tamaño razonable. Su pajar es una esfera espacial de unos 33.000 años luz de diámetro, con la Tierra en el centro. Esta región contiene parte del núcleo agitado de la Vía Láctea, así como algunos cúmulos esféricos gigantescos de estrellas por encima y por debajo de nuestra galaxia.
También eligieron ocho dimensiones de investigación para los extranjeros -factores como la frecuencia de transmisión de la señal, el ancho de banda, la energía, la localización, la repetición, la polarización y la modulación (por ejemplo, la complejidad)- y establecieron límites razonables para cada una de ellas.
“Esto lleva a un volumen total de un pajar 8D de 6,4 × 10116 m5 Hz 2 s/W”, escribieron los autores.
Esto es 6,4 seguido de 115 ceros – como se describe en el MIT Technology Review, “un espacio de proporciones verdaderamente gigantescas”.
¿Cuánto hemos analizado hasta ahora?
En vez de preguntarnos: “¿Dónde están todos?”, deberíamos preguntarnos: “¿Por qué no nos esforzamos más?”. – Instituto SETI
Kanodia y sus compañeros examinaron los últimos 60 años de los proyectos de Seti y los compararon con su granero, estableciendo que la búsqueda colectiva de extraterrestres por parte de la humanidad representaba un total de alrededor del 0,00000000000000000000058% del volumen del granero.
“Es una bañera en relación con todos los océanos de la tierra”, dijo Kanodia. “O un área de 25 cm2 sobre toda la superficie de la tierra.”
Estas cifras hacen que los esfuerzos de investigación de la humanidad parezcan endebles. Pero Kanodia lo ve como una oportunidad, especialmente porque los telescopios modernos están mejorando en el análisis de más objetos con una mayor sensibilidad y velocidad. Por ejemplo, dijo, un estudio de 150 minutos realizado este año por el Murchison Widefield Array cubrió un mayor porcentaje del pajar que cualquier otro proyecto de Seti en la historia.
“Es el propósito de este pajar… ayudar a dirigir mejor las futuras estrategias de investigación”, dijo Kanodia, quien también señaló que los cálculos del equipo se aplican a una sola civilización alienígena al alcance de la Tierra. Pero también podrían ser más de uno.
“En la analogía del océano, no tenemos que drenar todo el océano para encontrar un pez”, dijo. “En la analogía de Houston, si hay dos buenos eventos, no tenemos que buscar demasiado.”
Sin embargo, no hay garantía de que un pez, una aguja o un evento pictórico estará ahí fuera.
Recientemente, otro grupo de científicos, de la Universidad de Oxford, adoptó un enfoque diferente del tema de los extraterrestres. En lugar de centrarse en la probabilidad de encontrar marcadores tecnológicos detectables, examinaron la probabilidad de la existencia de vida alienígena.
Los investigadores de Oxford examinaron docenas de estudios autorizados sobre las variables de la ecuación de Drake, y luego analizaron los resultados para llegar a dos de cada cinco posibilidades a favor de que los humanos estén completamente solos en la Vía Láctea.
Todavía hay una posibilidad más inquietante: tal vez haya extraterrestres cerca de nosotros, pero no quieren que los encontremos.
Fuente | Business Insider
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