Así entendemos la 82º edición de los premios de la Academia.
En pocas horas conoceremos los ganadores de los principales premios de la industria cinematográfica y no estoy tan ilusionado como otro años. Medidas como concender 10 nominaciones a la mejor película no intentan sino ocultar que 2009 ha sido una de las temporadas en la que menos calidad se ha demostrado en las salas de cine estadounidenses - que no españolas, donde empezamos a espabilar-. Aún así los telediarios mañana abrirán con esta noticia y no dejaremos de oir conversaciones al respecto en sustitución del baile de Belén Esteban en MQB o el partido del Barsa a pesar de que ya nadie se acuerda de la última ganadora Slumdog Millonairie. Había que hacer esta entrada
1- Tenemos 10 cintas nominadas a la mejor película.
Y estas se pueden dividir en dos categorias; las que se lo merecen y las que no. En el primer bando tenemos a Avatar, que aunque su guión no da la talla no podemos negar que ha supuesto un antes y un después en demasiados aspectos: desde el tecnológico hasta el económico. Unas razones de peso que no se pueden pasar por alto y que la situan como favorita en todas las quinielas -la nuestra incluida-. Su principal rival es En tierra hostil, que aunque no tenga un trasfondo a la altura de su puesta en escena contiene varios elementos que la hacen necesaria pero no imprescindible: supone la reivindicación del cine de bajo presupuesto y milimétrica planificación sin actores conocidos y con resultados meritorios. Pero de ahi a ganar hay tres pueblos.
La que realmente más se lo merece es una cinta cuyo mayor lastre lo encuentra en su mismo origen. Hablamos de Up, la obra maestra de Pixar que se tendrá que conformar con un reconcomiento a la mejro película de animación, pero que sin duda alguna es la película más sólida y equilibrada de todo el año. Cambiando de vuelos, Up in the air representa al soplo de aire fresco que poco a poco se va erigiendo como representante de los gustos de la academia. El de esa comedia con toques indies que muestra lo cruda que es la vida desde una perspectiva tan superficial como efectiva. Una nominación que se quedará en lo que merece: un reconocimiento algo exagerado pero al que ya estamos acostumbrados. Por últimos tenemos a Precious, que con 6 nominaciones se confirma como el drama estrella del año, y que no deja de ser eso, un telefilm dramático con alguna interpretación en estado de gracia que ha logrado situar a todo el conjunto en el punto de mira.
En el lado de las nominaciones de relleno tenemos a la polémica Malditos Bastardos, considerada una de las mejores cintas de Tarantino por unos y una chorrada pretenciosa -aunque innegablemente divertida- por otros. Una película que entra directa a la calificación de film de culto pero a la que le falta la aureola del gran cine. Por otro lado tenemos a la graciosa comedia de los Coen Un tipo serio, que no deja de ser una obra menor -que no prescindible- en la obra de unos directores que se han hecho grandes gracias a este tipo de películas (no lo olvidemos). An education simplemente es la prolongación de la preferencia que comentabamos con Up in the air, y Distrito 9 reivindica los taquillazos a base de buenas ideas y bajos presupuestos. Por lo demás no tengo ni idea de que hace The Blind side nominada en lugar de The road más que hacer fuerza de cara a justificar el inmerecido premio a Sandra Bullock.
2- Los premios de interpretación están cantados.
Nadie puede hacerle sombra a Christoph Waltz en la categoría de mejor actor de reparto por su nazi en Malditos Bastardos. Y algo similar ocurre con Mo´nique en la cateogria femenina, pero que nadie pierda de vista a la Maggie Gyllenhaal de Corazón Rebelde, una elección que daria más empaque al seguro premio de Jeff Bridges por la misma cinta y que vendria a confirmar uno de los mayores talentos que se pueden encontrar hoy por hoy entre las actrices de Hollywood.
En las catgorias principales a Jeff Bridges y Sandra Bullock sólo les pueden hacer sombra Morgan Freeman y Carey Mulligan respectivamente. El protagonista de Invictus ha realizado un trabajo en el que busca el premio desesperadamente mientras que Bridges nos ha regalado una interpretación sincera y cargada de mayor fuerza que con toda seguridad se verá recompensada. En el caso de Mulligan aún es pronto para reconocer su talento por mucho que brille en la menor An education. En su contra figura un brillante futuro cargado de oportunidades para realizar esta proeza que caerá en manos de una Sandra Bullock que debe de estar alucinando con el respaldo que le está dando la industria por su profesionalidad y bonita sonrisa -y ya-.
3- ¿El primer Oscar a la mejor directora?
Aunque nadie puede negar que el trabajo de James Cameron es encomiable, si nos ceñimos a lo que es exclusivamente la dirección de un film, En tierra hostil es bastante superior a Avatar. Tanto las famosas explosiones como las escenas a pie de calle sacadas del mejor Call of duty merecen mayor reconocimiento que una perfecta integración de actores reales con entornos virtuales. Además, en una época donde lo políticamente correcto es la seña de identidad de toda organización importante, me extrañaría que la academia dejara pasar la oportunidad de otorgar el primer premio a la mejor dirección a una mujer sin que nadie discutiera la decisión. De todas formas mucha gente le debe demasiadas cosas a James Cameron, y al final los que votan son los miembros del mismo gremio que va a vivir del 3d los próximos 20 años.
4- Steve Martin y Alec Baldwin presentan la gala.
¿Y por qué no? Pese a que este emparejamiento se debe a que ambos compartieron mujer -que no escenas- en la graciosa e inofensiva No es tan fácil, ambos son dos actores que nos han demostrado con creces que poseen el desparpajo suficiente para hacerse cargo de la ceremonia. Además no dudéis de que Baldwin representará el rol más desenfadado y Martin el de estirado en un duelo a lo La extraña pareja que junto a los ajustes en los tiempos de la ceremonia pueden dar lugar a un entretenimiento de primera. O puede que se limiten a contar chistes sin gracia y a hacer facilonas referencias a la actualidad sin llegar a hacer sombra al grna trabajo que realizó Hugh Jackman el año pasado. Este es sin duda el aspecto más impredecible de esta gala.
5- La cosa está entre En tierra hostil y Avatar.
Y no hay más que contar. La crisis puede hacer girar la vista de los académicos hacia el regalo azul en forma de rompe records que es Avatar o en cambio reconocer al cine bélico 30 años depués del estreno de Apocalipse Now gracias a una cinta que sería un capítulo de la HBO de no ser porque su directora estaba inspirada. Nuestra apuesta va por la grandeza del blockbuster tras un año en el que se ha reconocido al pequeño de la industria y en el que ya van a cubrir la cuota de correción política con el premio a Bigelow. Aunque si sucede exáctamente al revés que nadie se extrañe ya que en un año en el que nadie se merece realmente el Oscar a la mejor película cualquier excusa es buena para montar una fiesta.
En el tema de los guiones es donde los académicos van a diversificar el reconocimiento. Se espera que Up in the air continue con la tradición de reconocer sólo el guión -en este caso adaptado- a las tragicomedias indies aunque An education o Precious podrian ocupar el mismo puesto por las mismas razones. En cuanto a guión original parece una oportunidad inmejorable para dar un premio de consolación al ya demasiado hinchado Tarantino pero igualmente podría servir para engrosar el total de En tierra Hostil. Por su parte Michael Haneke tiene el premio a la mejor película extranjera casi asegurado por La cinta Blanca pese a que la francesa Un profeta está haciendo mucho ruido últimamente y El secreto de sus ojos es infinitamente superior aunque menos galardonable.
Según nuestra opinión estas son las claves que definirán la inminente gala de los Oscars, o puede que Precious arrase con todo y Jack Nicholson no asome su enorme cabeza 500 veces ante las cámaras. Como la totalidad de los artículos que intentan adivinar el futuro de la ceremonia más relevante del mundo del cine nos podemos equivocar absolutamente en todo y nada está asegurado. Lo que tengo claro es que el próximo año me gustaría encontrarme ante películas que realmente me hagan dudar entre cual podría ganar tal o cual premio, aunque también estuviera equivocado.