Las colecciones Resort son el nuevo negro. Round I: el crucero de Christian Dior

¡Todos a bordo!¡RiRi guárdame un sitio! ¿Alguien tiene una pastilla para el mareo?

Tu (Chanel) a Dubai, tu (Louis Vuitton) a Mónaco y yo (Christian Dior) a Brooklyn. La batalla entre las tres grandes firmas francesas por conseguir El Trono de Hierro comenzó ayer en el Brooklyn Navy Yard. Y es que teniendo en cuenta que las colecciones Resort son las más comerciales, y habiendo servido Alexander Wang como prueba piloto para trasladar, con éxito, en barco-taxi a las celebrities y al fashion pack en plena fashion week, Raf Simons se aventuró a sacar de su amada Francia al todopoderoso Dior.

Siguiendo una fórmula parecida a la de Chanel, Dior contó con un numeroso front row y con un escenario de lujo y que nada tiene que envidiar a esos fittings que Lagerfeld le hace de fashion week en fashion week al Grand Palais. Pero, ¿y la colección? ¿Se habrá removido Christian Dior en su tumba o habrá conseguido Simons que dejemos de añorar a Galliano? Bueno, ni tanto ni tan calvo.

Uy! Me pareció ver una linda inspiración a Céline Primavera/Verano 2014 a la derecha.

La colección es una completa oda al mítico pañuelo de seda, a.k.a. Le Carré, que Raf ha utilizado para mostrar en un sinfín de faldas y vestidos. Además los ha estampado con mil y un garabatos de estética arty, haciendo de ésta una colección muy urbana. ¿Aceptamos el graffiti como prueba de que la colección está inspirada en Nueva York? Desde luego que sí. Combinados con ellas, un total de 66 looks, que incluyen la identificativa silueta bar, su apuesta continua por el troquelado (como Marion Cotillard en el MET y Zara tomando nota en su último lookbook) y los vestidos-abrigo (seguro que pensando en esa mujer que ejerce un poder de influencia insuperable y agota toda prenda que se pone – aunque le tira más el diseño inglés de Sarah Burton para McQueen, ¿buscamos algo similar en Francia o ya que estamos de peloteo, en América? Hello Michelle Obama!). Todo ello mezclado con la tendencia del momento: el crop top o, en su defecto, con vestidos de talle alto para lograr el efecto crop (Welcome back años 90!)

Cuando digo que me gusta que me regalen flores, me refiero a vestidos como el de la izquierda ;p

¿Y qué pasa con los accesorios? Gracias al cielo, Simons parece haberse dado cuenta de que su apuesta por el zapato-sneaker fue un tremendo error. Bueno no. Lo que pasa es que esos riesgos prefiere tomarlos en la alta costura, aquí estamos hablando de Resort y de vender, vender y vender. Y si se llevan las mules y las sandalias con calcetines, ¿por qué no crear una mezcla?:

In love!

Umm… Bolsos personalizados. C(ara) D(elevingne) podría tener todos los que quisiera. Tiene la misma suerte que yo con Stella McCartney. Lástima que la mini-beatle no juegue a lo mismo ni mi cuenta corriente sea como la de la modelo.