Según explican los especialistas, los niños tienen un elevado riesgo de sufrir un estrangulamiento accidental con las correas de las persianas, quizá es algo que algunos padres pueden pasar por alto al creer que no encierran peligro alguno, pero no es así. Los médicos advierten que las correas de las persianas son peligrosas especialmente para los niños con edades comprendidas entre los 16 y los 36 meses de edad, son varios los factores que se conjugan para poderse librar de las correas si se enredan en ellas, una cabeza más prominente, poco control en los músculos y por tanto menos fuerza, una tráquea frágil, etc.
Un grupo de médicos del Reino Unido ha publicado un artículo sobre esta cuestión a modo de advertencia en la revista digital Archives of Disease in Childhood (ADC), en él explican que un niño de 22 meses de edad que fue atendido en urgencias, había sido encontrado colgado de la correa de una persiana. Explican que el niño estaba con su hermana mayor en la habitación, la madre que también estaba en la estancia fue un momento a la cocina. Apenas pasaron unos minutos, pero cuando volvió se encontró al niño colgado en la correa, no respiraba y estaba cianótico, tras liberarlo al cabo de 20 segundos empezó a respirar y recuperar su color. Los servicios de urgencia se llevaron al pequeño y tras las pruebas oportunas y pasar la noche en el hospital fue dado de alta.
Los médicos explican que no siempre este tipo de hechos tiene un desenlace feliz, se cree que en el Reino Unido, al menos un par de niños mueren cada año por haberse estrangulado con la correa de una persiana, además se cree que este tipo de accidentes, sin que hayan tenido graves consecuencias, ocurren mucho más de lo que creemos, posiblemente los padres no informen sobre lo ocurrido y de ahí que no se tenga un registro de más casos de este tipo de accidentes.
Hablando de países como Estados Unidos, los especialistas explican que se han contabilizado más de 200 muertes de bebés y niños pequeños estrangulados por la correa de una persiana, quizá es una cifra muy pequeña, pero merece la pena tener presente este peligro ya que le puede tocar a cualquier familia. Si la instalación está fuera del alcance de los pequeños el riesgo se reduce, se recomienda que las camas no se coloquen cerca de las persianas, tampoco sillas o cualquier otro elemento que pueda ayudar al niño a acceder a la correa, otras opciones más seguras son los dispositivos de seguridad adecuados o la colocación de persianas automáticas que funcionan pulsando un simple botón.
Son muchos los posibles riesgos que se esconden en un hogar, podemos poner muchos ejemplos pero citaremos el caso del hijo de unos vecinos. El bebé de unos 24 meses de edad se encontraba con la madre en la habitación, ella estaba colocando ropa en el armario y había dejado unas perchas sobre la cama, el pequeño se llevo el gancho (con punta de bola) a la boca y la fatalidad hizo que se lo anclara bajo la lengua, fue un susto que no tuvo consecuencias pero la madre paso un mal rato. Con este ejemplo queremos decir que la posibilidad de que los pequeños sufran un accidente doméstico es elevada y cualquier objeto puede provocar una situación de peligro.
En definitiva, el hogar para los adultos es seguro, pero hay que adecuarlo correctamente para reducir los riesgos al mínimo para los menores. Podéis conocer todos los detalles de la advertencia a través del artículo de Archives of Disease in Childhood.
Foto | Protozoo
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Las correas de las persianas son peligrosas para los niños pequeños