Revista Cine

Las crónicas de Blancanieves, El Cazador y la Reina del Hielo: frozen

Publicado el 16 abril 2016 por Juancarrasco @JuanCdlH

En un despacho muy, muy lejano, más allá del océano, unos ambiciosos monarcas del llamado reino de la Producción decidieron otorgar su confianza a los alquimistas del guión para que convirtieran en quintales de oro y mucha fama un relato de ensoñación que embriagase a súbditos propios y ajenos. Para tamaña empresa los encargados decidieron retomar la popular historia de Blancanieves que no hace mucho (Blancanieves y la leyenda del cazador) logró aceptables resultados, más debido al escultural magnetismo de la malvada reina que a su melancólica protagonista. Las crónicas de Blancanieves, El Cazador y la Reina del Hielo: frozenY tratándose de magos, no quedaba sino esperar que un truco de magia ubicara la nueva historia tras el final feliz de su predecesora, eso sí, no sin antes salvar a la carismática villana (Charlize Theron en un papel más secundario de lo deseable) por arte de birlibirloque y con no menos control de la nueva realidad sacarse de la chistera una hasta ahora ignota hermana (Emily Blunt) con problemas afectivos y complejo de congelador. El caso es que cuando se le pregunta al espejo, espejito, por la más bella del reino y aparece la Theron en escena casi da uno por bueno el precio de la entrada; no lo tiene difícil el jodío espejo, ya podrá responder a la pregunta sin matarse a pensar… El resto del plantel encaja bien en sus papeles, desde una citada Emily Blunt que tiene buena presencia y mejores intenciones para un personaje que a lo largo de la cinta se muestra bipolar y que logra enfriarnos menos que el disparatado y previsible guión, hasta un cazador y una arquera (a estas alturas podemos pensar en demasiados arquetipos para enumerarlos aquí) en los que encajan más que bien los monisísimos Chris Hemsworth y Jessica Chastain. Ambos forman una pareja de cuento de hadas que se enfrentan a aventuras con enemigos digitalizados, encarnan heroicos valores y comen perdices en esta mezcolanza incoherente y torpe de Dragones y mazmorras con Frozen, El Señor de los anillos y una pizca de Narnia sin renunciar al intento de aroma de buena fantasía clásica como Willow o La princesa prometida.

Y claro, con tanto ingrediente sin tener claro el conjuro, los alquimistas acabaron equivocándose de hechizo y de cuento, sirviendo a lo vivo al espectador un lingotazo tal de elixir del sueño eterno que entre bostezo y bostezo hace confundir a Blancanieves con Cenicienta.

No sé si el encantamiento ha sido suficientemente poderoso para despistar al personal y hurtar así sus bolsas de oro con el generoso impuesto que los monarcas de este reino codicioso de la Producción nos imponen en las taquillas de guardia, pero al comenzar el título de esta segunda película nos topamos con la amenazadora frase "Las crónicas de Blancanieves". Oye, que si cuela, cuela, y si el embrujo del sueño conlleva el efecto secundario de la estupidez de dejarnos asaltar en el mismo itinerario una y otra vez, será que la magia de verdad existe. Conmigo, desde luego, que no cuenten más.

Dirección: Cedric Nicolas-Troyan. Título original: The Huntsman: Winter’s War. País: USA. Duración: 114 min. Género: Aventuras, fantástico. Intérpretes: Chris Hemsworth, Charlize Theron, Emily Blunt, Jessica Chastain, Nick Frost, Sam Claflin, Alexandra Roach, Sheridan Smith, Rob Brydon, Sam Hazeldine, Jadey Duffield, Mark Haldor, Madeleine Worrall, Lynne Wilmot, Conrad Khan. Guión: Craig Mazin, Evan Spiliotopoulos (Personajes: Evan Daugherty). Música: James Newton Howard. Fotografía: Phedon Papamichael. Estreno en España: 8 Abril 2016.


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