Las cruzadas (siglos xii-xiii)

Durante todo el siglo XII y los primeros años del siglo XIII, la cruzada se convierte en una institución permanente.
La iglesía que Elena, la madre de Constantino, había hecho construir sobre el Santo Sepulcro corría peligro,desde que los islámicos fatimidas y los selyúcidas dominaban Palestina, los peregrinos no podían acceder tranquilamente a su destino.
En 1105 el papa Urbano II había convocado una cruzada. Godofredo de Boubillón se trasladó a Tierra Santa,junto con otros seis príncipes guiando hasta Constantinopla por diferentes rutas, a cerca de doscientos mil guerreros entre franceses y normandos.
Al borde del agotamento los ejércitos cruzados aniquilaron las resdiencias islámicas de Siria, tomaron al asalto Jerusalem y después de masacres terribles, llegaron a la iglesía del Santo Sepulcro.
Pero este éxito,conseguido a un precio tan alto de sangre, no tuvo resultados duraderos, a pesar de que los papas de los siglos XII y XIII exhortaron siempre a los principes europeos a que emprendieran nuevas cruzadas, y los ejércitos se trasladaban a Oriente bajo el mando de expertos comandantes y se empeñaban en duros combates, los Santos Lugares finalmente quedaban en manos de los islámicos.
El celo religioso, la disponibilidad para la exaltación religiosa y el espíritu guerrero habían llevado a la acción a los cruzados, muchos de ellos perdieron la vida por la fe,y también para satisfacer su sed de violencia y de guerra.
Pero a pesar de las pérdidas y de los numerosos lutos, las cruzadas tuvieron consecuencias posítivas para Europa: las ciudades conocieron un floreciemiento económico gracias al comercio con los paises de ultramar, se añadieron a la cultura tradicional nuevos conocimientos de filosofía y ciencias naturales y propiciaron relaciones más estrechas con los árabes entre 1086 y 1244.
Surgieron nuevas órdenes religiosas (cistercienses, cartujos, dominicos, franciscanos, premonstratrenses, carmelitas y agustinos).
Las órdenes de caballeros,llenas de espiritualidad y destinadas a perdurar más allá de las cruzadas, no tuvieron menos importancia como por ejemplo los Templarios, los seguidores de Juan Crisóstomo (futuros caballeros de Malta) y los caballeros Teutones.

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