A escasos kilómetros de Kuala Lumpur, la capital de Malasia, se encuentra uno de los complejos hinduistas más peculiares y conocidos fuera de la India: el de las Cuevas de Batu, conocido por la peculiaridad de estar construido en el interior de las rocas.
Cerca de la estatua se encuentran los dos primeros templos del complejo y, detrás de ella, empiezan unas largas escaleras (272 peldaños), que primero eran de madera y más adelante se reconstruyeron con hormigón. En la cima se encuentran las tres cuevas principales, además de otras de menor importancia. Estos templos constituyen el principal núcleo de las celebraciones hinduistas en Malasia.
La visita a las cuevas y sus templos es muy interesante, ya que contienen varias obras de arte de inspiración hinduista, principalmente estatuas y pinturas. Las audioguías nos desvelan los misterios de estas obras que que narran, entre otras cosas, la victoria del dios Murugan sobre el demonio Soorapadam.