Las decisiones morales en el cine de agosto

La cartelera de agosto nos mostró alguna de las llagas que sufre nuestra sociedad, en su intento por paliar el dolor de la pérdida, la discapacidad que alcanza al corazón o el abandono de los más desfavorecidos por la guerra. En primer lugar, nos encontramos en “Mi amigo Mr. Morgan” a un hombre -magníficamente interpretado por Michael Caine- que llora en soledad la muerte de su mujer… hace tres años. Varios intentos de suicidio dejan ver que no se ha recuperado de ese golpe y que la vida se le presenta como un terrible muro de oscuridad… hasta que aparece una grieta de luz al conocer a una joven que da clases de baile.

Mi amigo Mr. Morgan 1

¿Amistad o amor otoñal, nostalgia o necesidad de una tabla a la que agarrarse? Un poco de todo, pero sobre todo… humanidad y conciencia de necesitar de alguien en quien volcar todo el amor que uno tiene. Nada que ver con la actitud distante y fría de los dos hijos del atribulado Sr. Morgan, que siempre quiso que no fueran como él… pero parece que los genes se han terminado por imponer. Amor, redención, segunda oportunidad y la sombra de su mujer que le pide que vuelva a casa… El tono complaciente que en todo momento se busca exige algunos giros de guión no muy verosímiles, y la voluntad de la directora por apostar por el sentimiento y la compasión hacen que la eutanasia y el suicidio se vean incluso como el final lógico y atractivo a una vida llena de amor y fidelidad… en otro triple salto mortal que nos habla de una sociedad que trata de suavizar sus penas con paños calientes y almíbar.

Gabrielle 1

En “Gabrielle”, la protagonista es una joven canadiense de veintidós años que padece el síndrome de Williams y que es además diabética. Vive en una casa de acogida, y ensaya una actuación musical en un coro con otros discapacitados. Pero pronto Gabrielle empieza a reclamar independencia y autonomía, se enamora de uno de los chicos del coro… y quiere tener un hijo con él. ¿Integración e igualdad o prudencia y sensatez para tratar de manera desigual a los individuos diferentes? No les resulta fácil tomar las decisiones adecuadas a Sophie -hermana de Gabrielle y quien la cuida- ni tampoco a la madre del chico…, pero sobre todo resulta improbable que esa situación termine bien viendo a las respectivas madres: una es tan liberal que ha optado por volcarse en su trabajo y no en su hija -llama la atención la irresponsable justificación de su ausencia ante su hija Sophie-, y la otra es tan protectora que le quita el aire necesario para respirar. Además, tampoco es extraño que Sophie no quiera tener hijos con un novio que la espera en la India… ¡con ese panorama familiar! Pero el cine vuelve a marcarse una pirueta argumental y da al espectador lo que quiere: sentimiento y ausencia de conciencia.

Mil veces buenas noches 1

En otro orden está la película protagonizada por Juliette Binoche, “Mil veces buenas noches”. Ella es una reportera gráfica siempre dispuesta a ir a zonas de conflicto para mostrar al mundo las injusticias que la guerra trae consigo… Pero también es una joven madre que, en cada salida, deja a un marido y a dos hijos pequeños con el miedo en el cuerpo ante el peligro de una tragedia. Lógicamente, eso es lo que sucede al inicio de la película, cuando una explosión está a punto de terminar con su vida, y le obliga a replantearse su futuro. ¿Salvar al mundo o salvar su matrimonio? ¿Conciencia social o familiar? También en este caso hay conflicto y una difícil toma de decisiones, aunque aquí con un tono más dramático que sentimental… y, como en las otras dos películas, sin la voluntad de primar la conciencia moral bien ordenada sobre el sentimiento. Por otro lado, en las tres parece prevalecer la esfera individualista sobre la familiar: sus personajes acaban haciendo su libre voluntad, sin contemplar al otro ni la abnegación que les exigen, y optan por soluciones tranquilizadoras o que disipan la responsabilidad… más que por otras salidas quizá más dolorosas o que obedecerían al deber. Da la impresión, en definitiva, de que el mundo se hubiera puesto al revés… y que lo individual o lo social eclipsasen lo familiar.

Locke 1

Un último apunte sobre lo que hemos visto en el cine en agosto: “Locke”, gran película. Acompañamos al hombre del título durante hora y media en la carretera, y escuchamos sus conversaciones telefónicas con su esposa e hijos, con su jefe y su subordinado del trabajo, con una mujer que está a punto de dar a luz un hijo… de él. Sabemos que su vida ha dado un vuelco en las últimas horas y que puede perder su familia y su trabajo (es el responsable de la construcción de un gran edificio de hormigón), pero ha tomado una decisión en conciencia: acudir al parto porque no quiere comportarse como su padre… cuando le abandonó siendo niño, porque su rectitud y voluntad de hacer siempre no le dejan mirar hacia otro lado y plegarse a lo más cómodo. Locke reconoce que aquella noche de fiesta se equivocó, que no quiere a una mujer a la que no conoce pero sí a su hijo, que desea voler a casa con los suyos y beber una cerveza viendo un partido con sus hijos, que su responsabilidad era estar al día siguiente en el vertido de hormigón… pero su jefe y su mujer no piensan lo mismo. Podemos estar de acuerdo con él o no, pero no cabe duda de que es un hombre sólido y de convicciones firmes, coherente con unos principios y con un sentido de justicia, que busca lo mejor… aunque eso pueda suponer echar por la borda toda su vida.

En las imágenes: Fotogramas de “Mi amigo Mr. Morgan”, película distribuida en España por A Contracorriente Films © 2013 Bavaria Pictures, Kaminski Stiehm Film y Senator Film Köln. Todos los derechos reservados. De de “Gabrielle”, película distribuida en España por Karma Films © 2013 Micro_scope. Todos los derechos reservados. De “Mil veces buenas noches”, película distribuida en España por Golem © 2014 Global Screen y Paradox Film. Todos los derechos reservados. De “Locke”, película distribuida en España por Vértigo Films © 2013 IM Global y Shoebox Films. Todos los derechos reservados.