Esta es la escena de Pretty Woman en la que Julia Roberts es despreciada por unas dependientas de una tienda muy fashion de Rodeo Drive. Representan a un tipo de saleswoman que todas las mujeres reconocemos ya que es difícil no haberte cruzado con una de ellas , a lo largo de toda una vida de compras. Esta mujer te somete a una análisis exhaustivo ( repaso de arriba a abajo, detectando detalles) para decidir si eres potencialmente una venta o no. Suelen ser agraciadas y van fantásticamente ataviadas con el uniforme de turno ( que suelen ser elegantes trajes chaqueta negros o jeans y la camiseta de Staff). Van bien maquilladas y como a punto para salir a tomar una copa…Son superiores a tí… Este tipo de dependienta crea rechazo entre el resto de las mujeres que , normalmente, llegan en un estado no tan fashion al establecimiento de turno.Suelen ir de batalla ( para que sea más fácil probarse las cosas) , igual ” llegan” de mal humor después de varias entradas – salidas de probadores y … son las que siempre piensan ( y dicen) : esta prenda, arreglada, con otros zapatos y otro pelo, ya será otra cosa…(prueba , evidente de su diferencia de status-de-arreglada con la dependienta).
Con la edad y la experiencia, aprendes a sortearlas con habilidad.
Esta es la otra versión de dependienta : la que todo es “maravilloso”, todo te “queda fenomenal” …aunque tú, frente al terrible espejo del probador con esas horrendas luces que intensifican el color mortecino, estás viendo que la chaqueta rosa que te llega a medio culo, te queda como una patada en el idem.Estas mujeres suelen ser muy simpáticas aunque hay dos subclases : 1) la que te lo ve todo bien pero no te insiste para la compra si no te ve decidida y 2) la que te lo ve todo bien y te acosará e intentará convencer de que es la prenda más maravillosa y que en tu cuerpo queda como que perfecta. Según tu nivel de defensas en ese momento, dejarás la chaquetita rosa en sus brazos o, por el contrario, la contemplarás confusa cuando la cuelgues en tu armario y veas que es difícil de combinar y que te queda cual patada allí.
Con este tipo, llegamos a la tercera que es “la dependienta pesada”. Puede ser simpática o no. Agradable o no. Espectacular o no… Básicamente, es pesada. Empieza con el “¿Te puedo ayudar?”, continua con el “Te sigo por la tienda” , remata enseñándote prendas según su libre albedrío ( que no tiene por qué coincidir con el tuyo) , casi se mete contigo en el probador ( detrás de las cortinillas pero presente) e intenta venderte algo, lo que sea. Este tipo de dependienta te puede hacer salir huyendo …Por supuesto, también hay grandes dependientas. Gente con la suficiente piscología-picardía para entender al cliente que tienen delante: unas veces , desesperados por consejo y guía y otras, tan autosuficientes que lo único que desean es comprar y pagar. Gracias...Pero pasa que a las buenas, no se las recuerda tanto. Son las otras , las que te quedan marcadas.
Un conjunto de experiencias de “dependientas” de todos estos tipos, reunidas en una tarde de compras, pueden fastidiártela completamente y hacer que : 1) Tu VISA esté a salvo sin apenas movimiento o 2) Tengas la dichosa chaquetita rosa colgada en tu armario …
Yo, casi caigo.
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N.B. : Buscando imagenes para ilustrar este post, he encontrado un blog “Diario de una Dependienta” que me ha hecho sonreír y me ha proporcionado información de la Cara B de mi reflexión. Esta bitácora recoge anécdotas desde el otro lado de la barrera : reacciones exageradas de clientes, temas de olores corporales + probador, clientes maniáticos y pesados, hurtos y robos…