Revista Cultura y Ocio
Por Bcaes
La caída del Imperio español coincide con la formación de EEUU y el posterior establecimiento de esta nación como potencia hegemónica y baluarte de la libertad. ¿Nace este baluarte como contraposición a los valores del imperio hispánico o es una evolución natural de estos?
El imperio del humanismo cristiano.
Es difícil apartar la Leyenda Negra del Imperio español después de siglos de propaganda hispanófoba difundida por historiadores, políticos, profesores, películas, libros, etc., pero lo cierto es que el legado que aparece en archivos, hemerotecas, monumentos y ciudades de los dos hemisferios evidencia que España no mantuvo la hegemonía durante tres siglos gracias a una inquisición que resultó ser el tribunal más benévolo y garantista de Europa ni al primer ejército moderno, sino a través de las ideas revolucionarias que surgen del humanismo cristiano.
En el colegio nos cuentan que la Reconquista destruyó un paraíso árabe (lean a Serafín Fanjul para conocer la realidad sobre Al-Ándalus) y que media Europa estaba sometida a la tiranía de los Austrias, ¿pero sería hoy España el quinto mejor país del mundo para nacer mujer* si no vence al islam?, ¿y qué hubiera sido de Europa si el Imperio español no frena el avance del otomano?
Muchos historiadores repiten una y otra vez que Trento fue nuestro gran error y que optamos por el peor camino, pero no nos dicen que Carlos I quiso llevar al que se convertiría en el padre del derecho internacional y del actual liberalismo, fray Francisco de Vitoria. Tampoco nos dicen que sí participó Benito Arias Montano, humanista español que destacó en Trento por su erudición y que editó la Biblia Políglota de Amberes o Biblia Regia, empresa encomendada por Felipe II. El rey también encargaría a Montano la creación y catalogación de la Real Biblioteca de El Escorial.
En Europa se imitaba la moda española, el castellano se hablaba en todo el viejo continente y existía admiración por las cosas de España, la literatura, las artes, las ideas religiosas... Nuestros escolásticos sentaban cátedra en las universidades europeas, realizábamos expediciones que ayudaban a conocer mejor nuestro planeta, lográbamos completar la primera circunnavegación del mundo... Destaca la preocupación de los españoles y principalmente de la Escuela de Salamanca por los problemas del prójimo, la propiedad privada, el libre comercio, el precio justo de las mercancías, la inflación y la defensa de los indios que hace Isabel la Católica en su testamento y Fernando el Católico en las Leyes de Burgos. No, no parece el imperio oscuro que muchos tienen en su cabeza.
EEUU y la democracia liberal.
La evolución natural de este pensamiento tenía que acabar obligatoriamente en un sistema político que respetara la libertad individual basado en el control y la limitación de poder. El país encargado de llevar a cabo esta hazaña no fue Francia con su sobrevalorada revolución que acabó en El Terror y un imperio proclamado por un tirano que arrasó allí por donde pasaba, serían los nuevos EEUU que encuentran el germen de su independencia en una protesta contra un acta que gravaba la importación que provenía de la metrópoli para beneficiar a la Compañía Británica de las Indias Orientales, el conocido como Motín del Té.
Las dos Españas y las dos Américas.
¿Qué tienen en común las dos Españas y las dos Américas? Muchos desconocen que en Cádiz, ciudad libre de la invasión francesa, se promulgó la tercera constitución liberal del mundo, La Pepa de 1812. Este hito daría comienzo a una lucha fratricida que dura hoy entre los que defendían el liberalismo y la igualdad de todos los españoles y los que aprovecharon el ocaso del Imperio y la obsolescencia de las ideas que lo auparon para adoptar la hispanofobia, crear división, exigir fueros medievales e intentar convertir regiones españolas en naciones independientes. Esta división aumentaría con la llegada del socialismo, el colectivismo de clase, comunismo, y de identidad, nacionalismo, que los nuevos absolutistas presentan como cura de los males ocasionados por los imperios europeos, especialmente el español (hispanofobia), y la nueva potencia hegemónica, EEUU.
La España liberal y América del Norte aceptan con naturalidad la evolución del humanismo cristiano a la democracia liberal, protegen la libertad individual, defienden la igualdad ante la ley y rechazan el intervencionismo consiguiendo sociedades prósperas y desarrolladas. La España socialista y América del Sur reescriben este importantísimo capítulo de la historia de la humanidad y usan la falsa Leyenda Negra para crear víctimas eternas adictas al colectivismo y al paternalismo del estado que las posicionan en los últimos puestos de los índices de libertad, progreso y desarrollo económico.
La brecha se cerrará cuando dejemos de reducir el Imperio español a una especie de ejército de curas inquisidores y reconozcamos a España y su humanismo cristiano como pilares fundamentales de la civilización occidental del mismo modo que consideramos a Roma y Grecia y en futuro muy cercano reconoceremos a EEUU (si la Leyenda Negra que está interiorizando no lo impide). Todavía estamos a tiempo.
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*Ranking 'Women, Peace, and Security Index' publicado por el Georgetown Institute for Women, 2017
-La Guerra del Turco. Fernando Martínez Laínez.
-Los Derechos Humanos. Francisco de Vitoria, edición e introducciones de Ramón Hernández, O.P. -La Escuela de Salamanca, la renovación de la teología en el siglo XV. Juan Belda Plans.
-The Rights of Strangers: Theories of International Hospitality, the Global Community and Political Justice since Vitoria. Georg Cavallar.
-La Escuela de Salamanca. Filosofía y Humanismo ante el mundo moderno. Ángel Poncela González.
-En defensa de España. Stanley G. Payne.
-Siempre tuvimos héroes. La impagable aportación de España al humanitarismo. Javier Santamarta Del Pozo.
-No siempre lo peor es cierto. Carmen Iglesias.
-Civilización hispánica. Borja Cardelús y Ricardo Sánchez.
Y por supuesto:
-Imperiofobia y leyenda negra. María Elvira Roca Barea.