Revista Medio Ambiente

Las ecobolas no funcionan. ¿Y qué?

Por Valedeoro @valedeoro

ecoballs no funcionan - y qué?
Las ecobolas son unas bolas de plástico rellenas de un granulado (muy similar a la cerámica). Las bolas reemplazan el detergente, evitando de esta manera que se añadan más productos químicos al agua. Según el fabricante las bolas reducen el valor del ph del agua lo cual ayuda a que la suciedad se desprenda más fácilmente. Se añaden a la colada en la lavadora y después se lava de forma habitual, aunque en este caso el aclarado no es necesario, ya que no hay jabón. En caso de que la suciedad sea muy persistente, se recomienda tratar la prenda previamente con algún jabón ecológico. Esta es la versión oficial de la distribuidora.

Las ecobolas funcionan – pero no como detergente

La OCU (defensora de consumidores) hizo un estudio muy extenso sobre la funcionalidad de las ecobolas. Llegaron a la conclusión que no se puede probar científicamente que las bolas actuen tan efectivamente como un detergente. De hecho, acusan a los fabricantes de fraude por vender un producto tan caro que en realidad no tiene ningún efecto de detergente comprobado.

Estoy parcialmente de acuerdo. Sí, las ecobolas no son detergente. Y aún así me encantan, porque aunque no tengan el efecto espumoso del detergente, sí pueden cambiar los hábitos de manera impresionante.

Resulta que lo que limpia la ropa al utilizar las ecobolas, es el agua. Lavando la ropa a 30 o 40º la mayoría de la suciedad del día a día desaparece, con o sin ecobola, con o sin detergente. Lo que aseguran las bolas, es que la colada no se haga un bulto dentro de la máquina para que el agua pueda circular entre todas las prendas. Generalmente las personas que utilizan las ecobolas están muy satisfechos, y cuando se dan cuenta de que “científicamente” no funcionan, se quedan atónitos: “Pero si a mí SÍ que me funciona”.

El agua también sirve para limpiar

Para reducir costes de empaquetado y transporte, muchos fabricantes de detergente ahora invierten en concentrados. Pero resulta que las personas siguen utilizando la misma cantidad por inercia. Parece ser que creen que más jabón significa más limpieza, aunque lo que queda tras el lavado con detergente es simplemente un aroma agradable, el resto se va por el desagüe literalmente. Utilizando las ecobolas te das cuenta de que en realidad no hace falta utilizar detergente cuando se trata de ropa moderadamente sucia. El agua en si ya es suficiente, y si quieres evitar manchas de cal, entonces le añades en el último aclarado un poco de vinagre (el olor se irá inmediatamente). Tu máquina y la ropa te lo agradeceran. Prueba con utilizar solo la mitad del detergente habitual en la próxima colada, y después pregunta a un amigo o tu pareja si nota alguna diferencia. Y si te hace falta el olor: una bolsita con lavanda en el armario hace milagros.

Aprovechando del efecto placebo para cambiar hábitos

Así que para mi las ecobolas son como una medicina tipo placebo. Mientras no sabes que no funciona, notarás el efecto. Y una vez que te digan que es un placebo, ya no te importará, porque ya habrás comprobado que puedes vivir sin tomar “la medicina” de verdad. Las ecobolas han acercado mucha gente escéptica al hecho de que se puede utilizar menos detergente, y con eso ya cumplen con su misión, en cierto modo.

Cambiar de paradigmas es difícil, y un puente que termino medio puede resultar muy útil. No le digas a tu pareja que ahora eres estoico-minimalista (pensará que entraste en una secta), sino cuéntale que quieres hacer una limpieza a fondo primaveral para dejar el piso más ordenado. Y de paso os podéis deshacer de algunas cosas. No expliques a tus amigos que no te gustan las rebajas por promover tanto el consumo. Avísales de que estás haciendo el reto del 333 y por eso ESTA vez no podrás ir con ellos. Y una vez que el nuevo hábito se ha interiorizado, ya puedes dar la explicación real.

¿Has utilizado algún placebo alguna vez? ¿Fue consciente o inconsciente?


Imagen: Hello Froggy / flickr


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