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En pleno tiempo de crisis, vemos como los sueldos ingentes, los premios extraordinarios, los bonus gigantescos llenan los bolsillos de muchos gestores que con su proceder temerario y terrible nos han abocado a una crisis que vivimos. Por otro lado los políticos, el PSOE ya de salida y otros, con su gestión laxa u olvidadiza, con sus encelamientos en asuntos menores y no en lo que la mayoría requería, con sus gastos de fasto y con algunas gestiones, como el último indulto a un banquero condenado o el apoyo a la SGAE y su batería de propagandistas, nos lleva a pensar que vivimos en un metamundo.Vivimos en una realidad distópica no muy alejada de Mordor donde a los ciudadanos nos acucian con los impuestos, con la moderación salarial, sino la disminución de sueldo como a los funcionarios, con "que viene el lobo" en términos de prima de riesgo, incluso por contaminación de lo que pueda ocurrir en Italia, para que nos preparemos a un recorte de nuestros derechos y una expansión de nuestros pagos sin límite y con un rictus de "no había más remedio" en nuestros semblantes.Y en este punto, en esta situación, en este momento, todavía los poderes del país creen que cambiando el gobierno, necesario y legítimo, se agota la capacidad de enfado e indignación de los ciudadanos. La constatación de la corruptela, alguna tocando a un ministro visible del presente gobierno, del manejo, del doble rasero, del jubileo del erario y de la poca vergüenza en presentarse a las elecciones Rajoy-Rubalcaba con más asuntos pactados que mantener en silencio que de los que hablar, con un silencio sobre lo que se hará y como y con la ausencia explícita de cualquier alusión a la corrupción que a todos toca y dejarnos en los asuntos que de manera estudiada por los jefes de campaña quieren que estemos es suficiente. Como si los ciudadanos no viéramos que hay una ley, una justicia, una economía, un país para los poderosos y otro para los ciudadanos, los "paganos", los desempleados, los jubilados, los que pensamos que juegan con nosotros y que, sin embargo nos prestamos al trampantojo de democracia de cartón y orquesta que nos deja con ojos de plato como un funambulista en lo alto de un trapecio, pero sabiendo que siempre, siempre tendrán red debajo ignorantes que todo es espectáculo y risa impostada.Por eso animo a seguir quejándose, pacíficamente, persistentemente, pacientemente, sin violencia ni abuso para demostrar que esta forma de hacer y conducirse, este revocar toda culpa, responsabilidad y posibilidad de cambio a nuestro sacrificio no es ni justa ni comprensible. Como, al fin y a la postres, somos los ciudadanos los que le damos el oxígeno para seguir viviendo su vida de canonjía y regalía y que sino, probablemente serían otros desgraciados más como somos nosotros en la barraganía que se ha convertido la vida política y económica de este país de conejos que se llama España. Pido mantener este espíritu crítico, sin prejuicios, sin juegos políticos que nos eviten tener los ojos en los importante y no en lo accesorio del día a día del desgaste.Solo de esta manera lograremos evitar que los políticos nos vampiricen la vida social y política y los ciudadanos, sin estridencias ni radicalismos, podamos pedir otra política más clara y cercana. Es lo que se ha llamado #15m y que es en realidad un movimiento político, ajerárquico y de gran base de queja. Quejas justificadas en Recuerdos del día de mañana.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.