Según una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), las embarazadas no toman la cantidad de yodo que necesitan y la razón es que no están recibiendo la suficiente información sobre la importancia y la necesidad de que el yodo esté presente en la dieta. No ocurre lo mismo con el hierro o con el ácido fólico, parece que la información si llega y las futuras mamás siguen las recomendaciones sobre la ingesta diaria.
Para los investigadores el dato es curioso, ya que la información se ofrece ampliamente en el marco de los consejos generales sobre la nutrición en el embarazo. Los expertos explican que el 96% de las embarazadas están al tanto de las recomendaciones generales sobre nutrición, sin embargo, sólo el 12% son conscientes de la importancia del yodo, lo que muestra que algo no funciona, posiblemente que no se informa correctamente. En la investigación se estima que la ingesta media de yodo durante el embarazo fue de 190 microgramos diarios, es decir, un 74% menos de los 250 microgramos que recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud).
El yodo es un elemento fundamental para el desarrollo fetal, muchos estudios apuntan que existe una relación entre su deficiencia y posibles alteraciones en el desarrollo del feto, de hecho, es la causa más prevenible de discapacidad intelectual. A pesar de su importancia, las mujeres embarazadas no están recibiendo el mensaje sobre su importancia, por lo que no pueden tomar decisiones informadas que aseguren que están tomando la cantidad necesaria diaria.
El Reino Unido ocupa la octava posición en la lista de países del mundo que sufren deficiencia de yodo, algo curioso teniendo en cuenta que se trata de un país desarrollado y, en teoría, los sistemas de sanidad funcionan correctamente informando sobre la importancia del yodo, pero esta situación también se repite en países como Estados Unidos.
Los fetos dependen de la ingesta de yodo que toman sus madres, por lo que son el segmento poblacional más vulnerable, algo que es necesario remediar poniendo en marcha campañas informativas y otros mecanismos tal y como ya existen con la vitamina D, el hierro o el ácido fólico. En el Reino Unido un adulto toma una media de 140 microgramos de yodo por día y esa cantidad se mantiene en mujeres embarazadas y lactantes, a pesar de que existen muchas fuentes de yodo, como por ejemplo los mariscos, los productos lácteos, etc.
En la investigación se realizó una encuesta a 1.026 mujeres embarazadas y madres con bebés de hasta 36 meses de edad del Reino Unido. Se les pidió que completaran un cuestionario en el que se les preguntaba sobre la dieta y las pautas nutricionales que debían llevar a cabo por estar embarazadas o estar amamantando a un bebé. Los resultados muestran que se tenía poco conocimiento sobre el yodo y tampoco identificaban qué alimentos lo contenían.
Curiosamente, el 84% eran conscientes de que el yodo era importante en el desarrollo del bebé, pero sólo un 11% había oído hablar del yodo a un profesional sanitario, lo que demuestra que los especialistas médicos deben mejorar a la hora de ofrecer información sobre este elemento.
El estudio es interesante, no sabemos si los datos se podrían trasladar a nuestro país, sería cuestión de que se realizara una investigación para saber si las embarazadas españolas cumplen con los requerimientos de yodo y si están bien informadas sobre su importancia. Podéis conocer más detalles de este estudio realizado por la Universidad de Glasgow, a través de este artículo publicado en la revista científica British Journal of Nutrition.
Foto | Kit4na
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Las embarazadas no toman la cantidad de yodo que necesitan