Las empresas poderosas nos consumen

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Industria no descarta subir el precio de la luz en abril

Rechaza una quita a las eléctricas para atajar el déficit de tarifa

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El IPC sube un 0,1% en febrero por las gasolinas y mantiene su tasa en el 2%

Aún no hace tantos años que los monopolios pululaban a susanchas por los antiguos “reinos de taifas” que eran las naciones. Fue entrar enla UE y comenzó a llegar desde allí un mensaje con dos vertientes. El objetivoprincipal: Eliminar iniciativas empresariales públicas. ¿Vías? Dos: Por unaparte la Banca Pública, con la “absorción” o “compra” por entidades del sector(regalos a devolver en el futuro), y por otra parte la salida a venta pública enBolsa (acciones) de otro tipo de empresas (Telefónica, Tabacalera, petróleo,eléctricas…) pasando a privatizar este tipo de empresas del Estado(monopolios). De una tajada se quitaban de encima cualquier tipo de competenciaamañada por el Estado, y por otra parte se ofrecía oportunidad de negocio delsiglo al Capital. Luego se regulaba una Ley de la Competencia (a medida dericos y poderosos) para evitar acuerdos sobre precios… y a funcionar. Aún quedaLoterías, aeropuertos, hospitales… pero todo se andará. Una gestión a lainversa (porque conviene al capital) ha sido la financiación de escuelasprivadas con dinero público (enseñanza concertada).
 En la práctica esto nos ha llevado a una situación actual enel que la población (y también políticos que quieren regular un IPC que se lesva de las manos) se encuentra en manos de estas enormes empresas y sindemasiadas posibilidades de influencia en beneficio del ciudadano. Pactado deprecios, absorciones, opas, colocación de estómagos agradecidos… Tienenla sartén por el mango, no tienen competencia.
Montar una pequeña o mediana empresa que no necesitademasiado capital, es sencillo. El mismo sector del mercado se encargará deregular su gestión económica. A mayor necesidad de inversión económica menoscompetencia, y si la hay “el mercado” se encargará de neutralizarla medianteacuerdos o absorciones. Por el contrario, la verdulería de la esquina, lagranja de huevos, la producción de leche o los productos agrarios seautorregulan muy fácilmente, cualquiera puede hacerlo; no es problema. Esto nova a influir en los precios ni en el porcentaje que se le destina del salario opensión.
Podríamos encontrarnos fácilmente en un escenario en queeste tipo de servicios, por otra parte necesarios, supongan casi todos losingresos familiares dejando nada o casi nada para el ahorro en previsión decualquier evento o liberalidad. Si a ello añadimos que ahora pretenden(siguiendo el mismo camino) ir privatizando servicios públicos como laenseñanza o la sanidad, fácilmente podríamos encontrarnos como en los EEUU enlos que se llega a hecatombes personales porque el Estado del Bienestar noexiste como en Europa. Quieren hacer negocio en todo: Escuelas, hospitales,seguros… Y si te queda algo (que a muy pocos les va a quedar) te llevan por elcamino de los Planes de Pensiones, para que ellos recauden dinero intocable enmuchos años, para ir jugando a sus juegos.
En otras palabras, que si cobras una pensión mínima o te hanrebajado el sueldo a niveles imposibles, y te suben la tarifa del gas o la eléctrica(que por cierto pagaremos entre todos cuando haya que desmantelar nucleares oalmacenar residuos radiactivos), puede que el pellizco te llegue a suponerhasta un 20% de tus ingresos. Si le añadimos un 10% de gasóleo para el coche;otro 20% para seguros e impuestos locales, autonómicos y estatales, puedellegar a ser la mitad de tu pensión o más. Todo para ellos, y al final siquieres salir algún día o hay que ayudar a hijos o nietos, o simplementecambiar de coche… no nos va a quedar ni para comer. Prácticamente “nuestroconsumo” va a ser el de “sus grandes productos” aunque ellos se encargarán dedecirnos también que tenemos que consumir televisores, neveras, ordenadores,móviles (celulares)… para dejarnos peladitos, vendidos ante los azares de lavida “inclemencias del tiempo”, que puede llegar a ser real si no se puedepagar la hipoteca y te llegan a desahuciar. Total que si ya somos pobres y estocontinúan subiéndolo, cada vez vamos a serlo más.
Si no tomamos consciencia de ello y exigimos que se cambiealgo, luego no deberíamos quejarnos.
Juan-Lorenzodalescana@gmail.com