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Las enseñanzas de Amr ElWardany, signos de «Al Wadud»

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Tu Señor es inmensamente indulgente. Él los conoce bien, ya que los creó de la tierra, y luego hizo que fueran embriones en el vientre de sus madres. No se elogien a sí mismos. Él bien sabe quién es realmente piadoso.
Sura La Estrella 53,32

Las enseñanzas de Amr ElWardany, signos de «Al Wadud»

¿Qué tan difícil es hablar sobre el amor de D/os?

A lo largo del tiempo y del desarrollo de las grandes religiones, el acercamiento a D/os se ha manifestado y sentido desde diversas perspectivas, así muchos lo han visualizado a través de la Creación, de los sentidos, de los elementos, de la fuerza de la naturaleza, y lo han representado a través de esculturas, imágenes, le han creado historias y han escuchado su voz a través de profetas y mensajeros.

Religiones como el hinduismo, tiene hasta 300 millones de dioses, mientras que el budismo tiene 28 Budas y se espera el 29, aclarando que Buda es un ser iluminado, en contraparte a ello, el judaísmo tiene un solo D/os con 72 nombres, el cristianismo cree en una Trinidad, es decir, Tres Personas en un solo D/os, y el islam, se ama a un solo D/os, a quien se le atribuyen 99 nombres a través de los cuales se muestran sus atributos.

Sin embargo, más allá de la manera en cómo cada cultura nombra, designa y visualiza a D/os, existe un punto en común que hace desaparecer todas esas diferencias, siendo este el cuerpo, sí, como seres humanos lo único que tenemos para sentir y encontrarnos con D/os es el cuerpo, la Carne, primer lenguaje a partir del cual surgen los otros seis, es así que el cuerpo, rechazado especialmente por el cristianismo a causa de san Pablo y del maniqueísmo agustiniano, es la semilla del encuentro con D/os, de ahí la importancia en todas las religiones de las posturas corporales para rezar, de la danza, de la música, del silencio, de todo esto que se resume en la liturgia sagrada.

El amor a D/os es un Misterio, se puede decir que sobrepasa lo natural y lo real, sin embargo, este Misterio, esta búsqueda profunda se siente en el cuerpo, particularmente en la sexualidad, porque es en la unión del varón y la varona, del hombre y la mujer, donde la dualidad regresa, retorna al Uno, a la unidad, donde el Alfa y el Omega se transfiguran en Principio y Fin, por ello, en el islam, el acto sexual es una caridad, pero no una caridad visualizada desde el significado percibido en Occidente, sino desde esa , la cual hace referencia al Amor que surge de D/os, profundizando en su etimología su raíz, la cual nos dice que al amar a D/os somos capaces de amar todo lo que nos rodea, pero amar, no desde el Eros, sino desde el Hub, desde lo que hace germinar, fructificar, así, yo sólo puedo decir que amo si hago crecer y evolucionar a mis semejantes.

Las enseñanzas de Amr ElWardany, signos de «Al Wadud»Es así como podemos definir cuatro tipos de Amor:

ρως Eros - el amor físico, el cual tiene como punto el placer, lo espontáneo. Este amor es subjetivo, y tiene su eje en la genitalidad.

γάπη Ágape - designa un amor reflexivo, incondicional, aquél capaz de darse, de donarse al otro. Es el amor que abrasa al amante, que se alimenta de él.

الحب Hub - el amor de donde surgen las emociones, los sentimientos que se establecen en el corazón, el amor que hace crecer y fructificar, la semilla que inspira la vida.

الود Al Wud - el amor que no sólo siente, sino que se expresa, es el amor que se cosecha, que alimenta y que da vida, que ofrece, sin esperar. Es el amor que une todo. Este amor es sólo de D/os. Así a diferencia de los otros tres tipos de amor que tienen vida y existencia en el ser humano, Al Wud, es sólo el amor que D/os muestra a su creación a través de sus signos revelados para, como dicen los suras, la gente que escucha, o como dicen los evangelios para aquel que tiene oídos, escuche.

Estos tipos de amor habitan en la Caridad, por ello, la sexualidad en el islam es sagrada, por ello, la relación entre el hombre y la mujer tiene un enfoque divino, por esta razón, es algo que sólo pertenece a la pareja elegida, y por ello, debe de construirse cada día a partir de la Carne del cuerpo pasando por las emociones, sensaciones, instintos, razón, hasta llegar a lo espiritual siendo el eje de cada uno el Misterio divino.

Las enseñanzas de Amr ElWardany, signos de «Al Wadud»

Este amor de D/os revelado al ser humano se ha manifestado y escrito a través de libros Sagrados como el Tawraat (la Tora), el Zabur (Salmos), Injeel (Evangelio), Qur´aan (Corán), y es a través de cada uno de ellos, donde el amor de D/os hacia el hombre se ha expresado a partir del al Wud, el cual al atribuirse a D/os se pronuncia الودود Al-Wadud, es decir, el más amoroso, el más cariñoso.

Amr ElWardany, el gran sabio del islam, nos enseña que para sentir este amor divino, el ser humano no puede alejarse de sí mismo y mucho menos de su semejante, al sentir el amor de D/os, cada persona encuentra un sentido en su vida, pero sobre todo el eje de la responsabilidad de sí mismo que lo enfoca en su misión de vida, misión que se fortalece cuando se realiza en pareja, cuando la dualidad entrelaza sus diferencias para convertirse en Uno, así cuando el hombre y la mujer se aman, se respetan, se buscan, se cuidad, ese Eros, Ágape, Hub, se transfiguran en Al Wadud.

El Eros analogía de la palabra que crea, el Ágape reflejo de la Escucha que lleva a la reflexión, y el Hub como semilla que crece para alimentar en Silencio, dan sentido al Misterio divino revelado cada día en la relación que tiene el ser humano con la creación, pero sobre todo a través de la unión con la pareja y de la relación y convivencia con la humanidad y los seres vivos.

El islam señala que el matrimonio tiene como fuente la responsabilidad del ser humano, por ello, no es algo que se le atribuya a D/os, como lo es para el cristianismo, donde la promesa se hace a D/os, a diferencia de esto, en el islam la promesa se hace entre el hombre y la mujer, donde ambos se responsabilizan de la integridad del otro, y donde saben que esta promesa los hará Uno, siendo acto lo que los lleve a encontrar a ese D/os amoroso.

Las enseñanzas de Amr ElWardany, signos de «Al Wadud»AlWardany describe al amor como la belleza que surge, se desarrolla, muere y renace, porque cada expresión de la creación tiene esa luz que sólo toma sentido con la oscuridad y viceversa, porque sólo la belleza tiene en sí misma el principio y el fin, lo masculino y lo femenino, lo humano y lo divino del Al Wud. Por ello, menciona Oh Allah, nos convertimos a través de tu gracia y retornamos a nuestros corazones; te extendemos nuestra vida, ¡oh, nuestro Señor, ¡es hermoso!

Para este sabio del islam, Allah es el Señor de la Belleza, porque la Belleza es sólo Una, como lo es el Amor, como lo es D/os. Sin embargo, en muchas ocasiones la belleza se percibe como subjetiva, cuando, es todo lo contrario, sin embargo, es tan objetiva que se visualiza desde lo inentendible, como lo es claramente D/os.

La Belleza como D/os está en todas partes, lo habita todo, y como lo es Allah cada uno tiene su perspectiva sobre ella, eso es lo que la hace más bella, eterna y misteriosa, por ello, AlWardany nombra a Dios como el Señor de la Belleza, no sólo por lo que otorga al ser percibida, sino por la manifestación que esta devela en el interior.

La belleza que vemos en lo que nos rodea, y en cada una de las personas nos acerca a lo sagrado, el perfume de las flores, el aroma del amado, la sonrisa del niño es el Al Wud de D/os, porque todos sentimos amor, y ese amor Hub que se siente, se visualiza en nuestros actos como Al Wud, desde ese cariño manifiesto.

Sin embargo, como podemos percibir este Al Wud, al igual que las otras manifestaciones del amor surgen y tienen su origen en el cuerpo. La Carne, la piel, los huesos, cada órgano, cada sistema, el cerebro, son los primeros que sienten a D/os y podríamos decir que también son los últimos que lo experimentan desde la materia.

Al expresarse en el Corán que Allah nos ama, no tenemos otra manera de comprender este amor sino es a través del cuerpo, por eso, debemos cuidarlo, y contemplarlo como un Templo, una Mezquita, porque en él habita lo más sagrado, en el cuerpo y sólo a través de él es donde D/os habita y se manifiesta, y es en la unión física entre el hombre y la mujer donde este entrelazamiento divino y humano se vuelve sublime y otorga sabiduría.

De aquí la importancia de conocerse a uno mismo, como menciona Amr Elwardany, saber, y buscar en el interior cada día cuál es mi misión de vida, hacia dónde me dirijo y de dónde vengo, ayudará a comprender los signos de los tiempos como menciona el profeta Isa (Jesús) en el Injeel, o para comprender los signos que habitan en todo lo creado como está escrito en el Qur´aan.

Cada uno de los nombres de D/os, nos muestra un atributo de lo divino, y al mismo tiempo nos guía hacia nuestro interior, porque si tenemos palabras para poder describirlos, es porque los llevamos adentro de nosotros. Si los pronunciamos y sentimos, es porque los percibimos en nuestro interior, nombrarlos nos llena de D/os, nos abastece, y nos vacía para seguir buscando.

Al Wadud, es el nombre que nos acerca a D/os desde nuestro cuerpo, desde la carne y nos lleva a comprender la importancia de cuidarlo y dialogar con cada uno de nuestros órganos y lenguajes, es a partir del cuerpo que nos conectamos con otras personas, y a través de ellas conocemos y nos abastecemos de los otros nombres de D/os, sólo a partir de este dialogo con lo corporal es que el Silencio divino tendrá un encuentro con la Palabra a través de escucharnos.

Las enseñanzas de Amr Elwardany nos acercan a D/os, al mostrarnos lo trascendente y fundamental que es recorrer cada lenguaje a través de escuchar lo divino en la corporalidad, y siendo aquí, donde realmente podemos comprender lo profundo del Misterio, porque, así como bajo nuestra piel existen capas y subcapas, de la misma manera para llegar a D/os existen etapas, ciclos y signos que nos ayudan a descifrar su amor.

D/os el clemente, el compasivo, el misericordioso es al Wadud, porque su cariño y su amor se manifiesta en todo y nos fortalece, por el ello, en el sura Al-Burooj, está escrito Y él es el más perdonador, el más amoroso, y en el sura Hud se remarca mi Señor es muy misericordioso, muy amoroso.

Cuando vemos un amanecer que nos llena de paz ahí esta Al Wadud, cuando sentimos paz al ver a la persona amada se está revelando Al Wadud, por ello, todo es sagrado, por esta razón, Amr ElWardany nos guía para encontrarnos con nosotros mismos, y a partir de este encuentro sanar, respetar y amar todo lo que está a nuestro alrededor.

El amor en sus cuatro procesos nos lleva a comprender la Palabra por medio de la Escucha al expandirse el Silencio y nos contrae en el Misterio y en la belleza de cada uno de los nombres de D/os.

Cada rezo, postración, danza, peregrinación tienen como principio el cuerpo, siendo su origen el Misterio que nos conduce a buscar y a encontrar en todo a D/os. Al Wadud, el amoroso, el cariñoso es quien pone en nuestro camino a sabios como Amr ElWardany, para que a través su sabiduría penetremos desde el cuerpo hacia el sendero recto...


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