Imaginad un paraje de niebla por donde campan seres sin vida, como si se tratara de un cementerio embrujado. Pues esta es la atmósfera que recrea el trabajo de Odani Motohiko, un escultor que reflexiona sobre la muerte, el misticismo, los recuerdos y el terror. Con sus instalaciones y esculturas recrea mundos de ultratumba repletos de belleza y magnetismo.
Este escultor japonés camina por un limbo de figuras que se deshacen, seres del Más-Allá y belleza etérea pero peligrosa. El blanco inmaculado de sus figuras tiene un significado fúnebre típico de los ritos funerarios budistas, color que asemeja a las figuras con espectros y almas en pena.
Hay algo inexplicablemente bello y místico en el arte del escultor japonés Odani Motohiko, pero también es sobrecogedor e inquietante. Según el propio artista explica, crea para dar forma a sus miedos y su dolor. Cada pieza nos hace recordar un sentimiento diferente, y una sensación difícil de olvidar.
Motohiko nació en 1972, en Kyoto. Después de graduarse en la Universidad Nacional de Arte y Música de Japón, ha ganado múltiples premios gracias a su talento e imaginación. Sin embargo, Odani dice que tras haber entrenado toda su vida como escultor, necesitaba romper con la tradicional pesadez de este método creativo para expresarse a sí mismo. Centrándose en lo elusivo y lo intangible, empezó a desarrollar un arte repleto de vacío que casi parece desaparecer en el aire.
Odani dice estar interesado en el dolor, pero sus esculturas no están pensadas para retratar la crueldad sino para despertar la empatía en el visitante. En un mundo que cambia tan rápidamente los sentidos de los seres humanos se adormecen, así que este artista quiere hacer despertar a quien mira sus obras creando impacto y emoción.
Además de representar el dolor, Motohito se interesa por el movimiento, el cambio y la transformación, el vacío. Sus piezas arremolinadas se convierten en protagonistas desgarrados por el viento, estructuras óseas o fósiles de criaturas de otros mundos que parecen atrapadas en un estado de cambio.
El trabajo de Odani logra que no sólo reconozcamos la originalidad de sus creaciones sino que reconozcamos un limbo en el que fealdad y belleza, vida y muerte, bailan juntos.
Y a vosotros, ¿que os parece el arte de Odani Motohiko?
¿Sobre qué temas reflexionáis en vuestro arte?